Nuestros mejores hoteles en Extremadura

La región de Extremadura esconde un sinfín de tesoros naturales y culturales que invitan a sus visitantes a disfrutar solos, en pareja o en familia. Marcada por un pasado muy diverso en cuanto a sus religiones, culturas y costumbres, Extremadura tiene una gran riqueza y una interesante historia que no pueden ser pasadas por alto. Para unas románticas vacaciones en medio de un entorno natural o una escapada de fin de semana para relajarse y descansar de verdad, Extremadura es el sitio indicado.

Hoteles en Extremadura

Hoteles en Extremadura © Hospedería Valle del Ambroz

Extremadura es, sin dudas, una de las regiones más hermosas de España. Este destino fascina a sus visitantes con un sinfín de pequeñas ciudades y rincones donde bañarse a lo largo de los ríos Tajo y Guadiana, que tienen una fuerte impronta en la belleza de sus paisajes. Los hoteles de Extremadura se fusionan con el entorno, logrando una composición ideal y proporcionando el marco ideal para emprender un viaje a través de la historia, la naturaleza y una zona poco poblada.

¿Dónde dormir en Extremadura? Un vistazo a los sitios y las actividades más importantes

Actividades en Extremadura

© Parador de Trujillo

Durante las vacaciones, los amantes de la naturaleza no pueden evitar enamorarse de Extremadura. Su paisaje está compuesto por exuberantes praderas, lagos de un azul profundo, montañas elevadas y un ambiente muy pacífico y tranquilo. Dado que está poco poblada, la región transmite una sensación aun más fuerte de estar rodeados de elementos naturales que se han desarrollado hace miles de años atrás. Por ejemplo, es posible encontrar cigüeñas descansando en sus nidos en los sitios más insólitos, como sobre torres de reloj, semáforos, postes de luz y hasta en los hoteles. La herencia artística de Extremadura es uno de los más patrimonios culturales más interesantes del suelo español. Entre ellos, se encuentran impresionantes tumbas megalíticas en Valencia de Alcántara y en el Valle del Guadiana. Estas han sido construidas por sus primeros habitantes y declaradas Patrimonio de la Humanidad. Los aficionados a los deportes encuentran aquí una gran variedad de actividades, muchas de ellas a tan solo unos pasos de la puerta del hotel. Entre ellas, cuentan los tours en canoa y de senderismo, pero también la posibilidad de recorrer los alrededores en bicicletas de montaña. Además, muchos de los hoteles de Extremadura cuentan con piscinas y gimnasios. Por si fuera poco, las ciudades ofrecen excelentes sitios para salir de compras que distan de las grandes cadenas comerciales y más bien son tiendas atendidas por sus propios dueños. Estas ofrecen productos de elaboración local que son verdaderos tesoros.

Atracciones por doquier

En contraste con muchas otras regiones, Extremadura cautiva con sus pequeñas ciudades, siendo varias de ellas las más preciosas de España. Así, los viajeros tienen la posibilidad de descubrir un pequeño nuevo mundo cada día y regresar al hotel con una paleta de nuevas sensaciones. La ciudad romana de Mérida, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ofrece una mirada al interior del Imperio romano en su época de máximo esplendor. Cáceres también es parte del patrimonio de la Unesco y presenta un casco viejo marcado por la presencia de sus muchas torres, fortalezas, palacios renacentistas y calles adoquinadas. Asimismo, Alcántara, Jerez de los Caballeros, Guadalupe y otras tantas localidades cuentan con un gran número de plazas históricas, su típica arquitectura del meridional y un ambiente alegre y amigable. Una atracción llena de encanto es su ambiente natural, compuesto por más de 60 reservas naturales, 1500 kilómetros de orillas de agua dulce y la única playa con bandera azul en el interior, en Orellana. Aquí también hay un club deportivo accesible para todos. Entre otras cosas, este sitio ofrece la posibilidad de pasear en bote de vela, remar en canoa, practicar esquí acuático y pescar. A bordo del barco para excursiones Balcón del Tajo, se puede descubrir el parque natural Tajo Internacional mientras un guía explica las maravillas de su flora y su fauna. El puente romano de Alcántara, el primero que se construyó para cruzar el río, es uno de los máximos atractivos de la región.

Una cocina rica en contrastes

© Palacio Carvajal Girón

Aunque la cocina de Extremadura suele ser definida como simple, la realidad es que esconde un sinfín de secretos del arte culinario más exquisito. Aquí hasta los paladares más exigentes quedan sorprendidos por la calidad e intensidad de sus sabores naturales. Se cuenta que, tras un ataque napoleónico, los libros de cocina del convento de San Benito de Alcántara fueron llevados a Francia, donde se apropiaron de sus mejores recetas. Es por ello que a orillas del Sena muchas veces los platos están descritos como à la mode d’Alcantara. Según los testigos de aquél entonces, ese ha sido el elemento de más valor que Francia ganó en esta guerra. Los platos de Extremadura son autóctonos, muy variados y están repletos de sabor. Gracias a su cercanía con la naturaleza, aquí se obtienen excelentes productos primarios que hacen de la gastronomía algo auténtico, natural y transparente. La pacífica convivencia de cristianos, musulmanes y judíos se ve reflejada en la cocina fusión, hoy presente en muchos de sus platos. El principal símbolo culinario de Extremadura es el jamón ibérico, que se sirve de maneras diferentes. La Torta del Casar es el complemento perfecto para una tabla de quesos de primera calidad. La miel proveniente de la región es dulce y aromática, como resultado de la variada flora que se encuentra en la zona, y es perfecta para la preparación de postres y platos dulces.

Extremadura – su impronta

Cuándo viajar: Dependiendo de lo que quieran hacer durante sus vacaciones en Extremadura, los turistas pueden visitar la región durante todo el año. Para el avistamiento de aves, los meses de diciembre a enero son los indicados. Durante este periodo, las temperaturas van desde los 5º a 15º en los meses de diciembre a febrero, superando los 20 ºC en marzo y abril y alcanzando hasta los 25º en junio. Los amantes de las plantas y flores prefieren viajar entre marzo y mayo, mientras que, quienes buscan descansar y necesitan de un ambiente apacible, lo hacen entre noviembre y marzo. Para disfrutar de las temperaturas más altas, se recomienda ir a Extremadura entre mayo y octubre. De junio a agosto se vive la calidez del verano. Para practicar senderismo, estos meses resultan muy pesados, por lo que se prefiere viajar entre septiembre y mayo.

Cómo llegar: Afortunadamente, este espectacular destino se encuentra nada más y nada menos que dentro de España. Esta región occidental española limita con Portugal y es accesible por aire y por tierra. Claro que volar es la opción más rápida y conveniente, dependiendo del punto de partida. El aeropuerto de Bajadoz es uno de los más cercanos. Sin embargo, a quienes ya residen dentro de España, se les recomienda considerar el viaje en tren, bus o incluso coche propio o de alquiler. Debido a la cercanía entre los atractivos de la región y a la libertad y comodidad que proporciona el viaje en coche, esta es una de las opciones más elegidas.

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