Nuestros mejores hoteles en las Islas Canarias

Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote: tres nombres que suenan como música para los oídos de los amantes del sol y de las vacaciones en la playa. Las Canarias tienen mucho para ofrecer. Lanzarote obsequia con un espectacular paisaje volcánico en el parque nacional de Timanfaya. Extensas playas y los mejores vientos para practicar surf están en Fuerteventura. Por su parte, Loro Parque, en Tenerife, es ideal para familias. Quienes buscan un ambiente de noche y fiesta van a la playa del Inglés.

Hoteles en las Islas Canarias

Hoteles en las Islas Canarias © Jardin de la Paz

Cada año, las Islas Canarias cautivan a una gran cantidad de europeos de tierra firme y son todo un paraíso para los amantes del sol, de la naturaleza y de los deportes. Esto se debe no solo al clima amigable y al ambiente alegre que se vive durante todo el año, sino también a su accesibilidad y la belleza de sus paisajes. Mientras que algunos sitios están repleto de palmeras que se entremezclan con volcanes e indiscutibles atractivos turísticos (Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote), otros destinos mantienen su encanto original y silvestre alejado del turismo en masa (El Hierro, La Palma, La Gomera). Las bahías de arena y sus inusuales formaciones rocosas a lo largo de la costa se fusionan con extraordinarios senderos naturales. Paisajes soñados, habitaciones y suites enormes con un ambiente tranquilo, restaurantes gourmet y un personal de primera categoría caracterizan a los hoteles de lujo de las Islas Canarias que son ideales para aprovechar de las paradisíacas playas del archipiélago.

¿Dónde dormir en las Canarias? Un vistazo a los lugares y las regiones más importantes

Gran Canaria: centro turístico, vida nocturna y paisajes de dunas

© Boutique Hotel H10 White Suites – Adults Only

La isla de Gran Canaria cuenta con una excelente infraestructura para todos los que deseen pasar sus vacaciones de fiesta: Buenos hoteles y restaurantes, varios kilómetros de playas de arena, un animada vida nocturna y un sinfín de actividades al aire libre. Alejados de los centros turísticos se encuentran espectaculares paisajes con exuberantes valles, naturaleza silvestre, infinitas dunas de arena y eventos culturales que nadie se quiere perder.

Playas de arena, vacaciones activas y vida nocturna: La playa del Inglés, situada en el sur, constituye uno de los centros vacacionales de la isla junto a Maspalomas. Aquí se emplazan diversos restaurantes y tiendas para ir de compras, pero también lujosos hoteles y complejos turísticos. En su paseo marítimo, de más de 6km de largo, se vive un ambiente de vacaciones y relax, especialmente en sus bares al aire libre. Esta extensa playa, de arena fina y blanca, no solo invita a tomar el sol sino también a practicar un sinfín de deportes, entre ellos surf, esquí acuático y parapente. Al caer el sol, la metrópolis del turismo abre sus discotecas, bares y pubs hasta altas horas de la noche. La localidad vecina de San Agustín también recibe muchos turistas que llegan a conocer su playa volcánica rodeada de rocas y peñascos.

Dunas y montañas: Gran Canaria posee un extraordinario paisaje de dunas. Su parte sur es al mismo tiempo un desierto y un oasis de dunas, llamado Maspalomas. La arena de estas dunas proviene del Sahara y fue traída por fuertes vientos desde el desierto africano hasta aquí. Gran Canaria también puede ser un lugar tranquilo. En el centro de esta isla se hallan fantásticas formaciones de roca y un fabuloso paisaje volcánico. La Unesco lo ha proclamado reserva de la biósfera y casi el 40% de la isla se encuentra protegido. Aquí habitan alrededor de cien tipos de animales y plantas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. El Parador Cruz de Tejeda es el punto de partida ideal para explorar la espectacular naturaleza de la que se rodea.

Centro cultural Las Palmas: La capital de Gran Canaria, Las Palmas, se encuentra al noreste de la isla y es ideal para hacer una escapada cultural. Aquí también hay interesantes atractivos turísticos, como el casco antiguo y sus históricos edificios, museos, la Catedral de Santa Ana y la Calle Mayor de Triana, principal protagonista del centro de compras de la isla.

Cuevas y yacimientos prehispánicos: En la pequeña localidad de Artenara, los pobladores viven en pequeñas pero acogedoras cuevas. La tercera ciudad más grande, Arucas, da la bienvenida con una gran cantidad de casas de estilo colonial. Una de ellas ha sido transformada en el precioso Hotel Rural La Hacienda del Buen Suceso. Aruca también alberga una fábrica de ron. Los murales prehispánicos de más de 2000 años de antigüedad pueden admirarse en el parque arqueológico de Cueva Pintada, en Gáldar.

Tenerife: paraíso familiar, destino para senderistas e isla volcánica

La isla más grande de las Canarias es la favorita de las familias y los grupos de senderistas. Aquí los viajeros encuentran extensas playas de arena fina, pintorescos paisajes, un sinfín de senderos, atractivos turísticos y propuestas de ocio para todas las edades, como el parque temático Loro Parque. En ningún otro lugar hay tantas atracciones para niños como en Tenerife (excepto tal vez en Gran Canaria, pero este es un lugar para salir de fiesta). La región que circunda al volcán del Teide, que se erige majestuoso e imponente ante el cielo azul, es un verdadero paraíso para senderistas.

Vacaciones familiares y centro turístico: Las temperaturas de entre 18 y 28 ºC, las extensas playas de arena fina y un sinfín de propuestas de ocio cautivan a los turistas durante todo el año. Los hoteles para familias tienen programas especiales para los más pequeños. Los más aventureros pueden disfrutar de salidas de senderismo y deportes acuáticos. Santa Cruz y San Cristóbal son dos de las ciudades más grandes y ofrecen una amplia variedad de restaurantes, tiendas y atractivos culturales, formando un ambiente ideal para los turistas.

Parque natural y paraíso de senderismo: Sus diferentes paisajes, formados por extensos valles, pero también por zonas secas y áridas, fascinan a los amantes de la naturaleza. Especialmente la región que alberga al Volcán Pico del Teide, el pico más alto de las Canarias, ofrece increíbles vistas y excelentes caminos para recorrer a pie. Con sus 3718 metros de altura, este pico no solo es el punto más alto de las Canarias sino también de toda España. Su cima es símbolo de la isla y ofrece una vista panorámica irrepetible. Este tesoro panorámico que se encuentra al final del recorrido requiere de algunas horas de esfuerzo, pero hace que valga la pena. La región del Teide, declarada parque nacional en 1954 y patrimonio cultural por la Unesco en el 2007, es un verdadero paraíso de senderismo. Sobre su superficie de 17 km2 hay varios caminos para recorrer. Solo hay un edificio dentro de la reserva natural, y es el Hotel Parador de Las Cañadas del Teide.

Compras y paseo por Santa Cruz de Tenerife: Santa Cruz, la capital de Tenerife (en el noreste de la isla) cautiva a los amantes de las compras con sus boutiques, tiendas de moda y de zapatos, situados en la Calle del Castillo. En el mercado Nuestra Señora de África reina un ambiente alegre y muy animado. Aquí también se pueden comprar alimentos regionales, que abarcan desde frutas y vegetales, hasta panes, pescado, carnes e incluso flores. Tomando un tour se descubren muchas esculturas y monumentos históricos, así como impresionantes edificios.

Tiempo libre en familia y parque marítimo: Los amantes de la vida marina no podrán resistirse al extremo septentrional de Tenerife, que ofrece la exclusiva oportunidad de bucear junto a ballenas y delfines. Al suroeste, en la Costa Adeje, se encuentra el parque acuático Siam Park, uno de los más hermosos del mundo gracias a su edificio que parece inspirado en un cuento de hadas. El Loro Parque no se queda atrás y exhibe más de 300 tipos diferentes de papagayos, leones marítimos, caimanes, pingüinos, tigres y delfines.

Pasado arqueológico: Las pirámides o majanos de Güímar le dan un toque místico a las vacaciones. Nadie sabe cómo ni por qué fueron construidas estas seis terrazas cuadradas dispuestas de forma escalonada. Solo se sabe que están formadas por piedra volcánica y provienen del siglo XIX. Hay varias teorías al respecto e incluso la fecha exacta de construcción está en discusión entre arqueólogos e investigadores.

Lanzarote: paisaje lunar, bahías de arena y amor por el arte

También conocida como la isla del fuego, Lanzarote ocupa una superficie de 5000 hectáreas que son una paleta de colores rojos, pardos, ocres, negros y naranjas, dándole ese característico aspecto lunar. Los amantes de la naturaleza y los aficionados a los paisajes más inusuales podrán maravillarse ante sus silvestres y románticas grutas de lava, sus playas inalteradas y sus exuberantes oasis de palmeras.

© Hotel Rural la Hacienda del Buen Suceso

Volcanes y agua cristalina: Una de los vistas naturales más impresionantes y extraordinarias se encuentra en el parque nacional Timanfaya. Con una superficie de 170 km2, el paisaje se compone principalmente de humeantes cráteres y extraños campos de lava. Esta fascinante imagen volcánica se puede visitar a pie, en bus o también montando a camellos y dromedarios. Sin embargo, los coches están prohibidos.

Calas de arena y agua cristalina: El sur de Lanzarote alberga estupendas playas de arena blanca. La zona de Playa Blanca cuenta con un extenso paseo marítimo y se destaca por su extraordinaria limpieza, atrayendo muchos turistas provenientes de todas partes del mundo. Muchos hoteles, restaurantes y bares esperan a los comensales que llegan para celebrar con amigos o en pareja. En las cercanías, las pequeñas calas de la Playas de Papagayo son conocidas por su agua limpia y cristalina, así como por su arena fina y blanca. En estas bahías, situadas entre altas paredes de roca, reinan el silencio y el descanso.

Encanto local en Arrecife: Con sus más de 50000 habitantes, la capital de Lanzarote, Arrecife, es la ciudad más grande y el centro comercial de la isla. Sin embargo, no posee tantas comodidades para turistas. Gracias a sus tiendas de comestibles, boutiques, bares y tabaquerías, no escasea nada. Aquí no es el turismo, sino la población local, la que está en primer plano.

Arte y aficionados al arte: La Fundación César Manrique recibe visitas de amantes del arte provenientes de todas partes del mundo. Se trata de la antigua residencia del artista, de nombre homónimo. La construcción en sí misma es una espectacular obra de arte, a la que se suman sus pinturas, esculturas y el paisaje de los alrededores.

Valle de palmeras y campos de salinas: Uno de los mayores contrastes con el paisaje desértico de la isla es el Valle de las Mil Palmeras en Haría. Su encanto tropical y las preciosas palmeras que obsequian con sombra a los turistas, invitan a disfrutar de las vacaciones. Las mejores fotografías de recuerdo se pueden tomar en los extensos campos de salinas en Yaiza o junto a la estupenda fachada del hotel de diseño H10 White Suites Boutique Hotel.

Fuerteventura: playas naturales, área de surf e idílicos pueblos de pescadores

© Villa VIK Boutique Hotel | Adults Only

Idílicos pueblos de pescadores, infinitas playas de arena fina y áridos paisajes componen la paleta de vistas de Fuerteventura. Las dunas, formadas con arena del Sahara y el árido paisaje rocoso, completan la imagen. Agua marina de color turquesa, playas de arena dorada y el clima perfecto son los elementos ideales para los amantes del sol y del deporte acuático. Fuerteventura cuenta como el atractivo europeo principal para los surfistas.

Playas de ensueño y deportes acuáticos: El símbolo de Fuerteventura es, sin dudas, el conjunto de playas de arena dorada. Con más de 300 días de sol al año y, como consecuencia, agua con temperatura muy agradable, la tercera ciudad más grande de las Canarias es el sitio perfecto para los amantes del sol, para los que buscan relajarse y también para los deportistas. Vale destacar la playa de Sotavento, de más de 30km de largo, situada en el centro vacacional Costa Calma, en el sur de la isla. Esta se compone de una arena fina, dorada, de ensueño. La favorita de las familias con niños es la playa de Corralejo, en la costa norte de Fuerteventura. El área alrededor de Corralejo posee un grandioso paisaje de dunas que está declarado como lugar protegido y obsequia a los turistas con una vista inolvidable. Las pequeñas y románticas calas de la costa norte y oeste también merecen una visita. Gracias a las condiciones climáticas óptimas, los deportistas acuáticos se reúnen aquí para practicar surf o vela.

Pueblos idílicos y encanto tradicional: El encanto de este lugar se compone de muchas pequeñas localidades idílicas. Antigua, con un pasado de esplendor, presenta una de las postales más bonitas gracias a sus antiquísimos molinos de viento. Cada dos semanas tiene lugar el mercado de los domingos que, con folclore y artesanías, atrae tanto a turistas como locales. Un poco más alejado, pero aun todavía más encantador, se encuentra el pueblo de pescadores de Ajuy. Sus extrañas formaciones rocosas, sus calas de arena volcánica negra y sus espectaculares restaurantes marítimos son todo lo que se necesita durante las vacaciones.

La histórica Betancuria: Pintoresca, en medio del valle se encuentra una de las localidades con más historia de Fuerteventura: Betancuria (al oeste de la isla). Aquí, los edificios históricos como el convento o la impresionante catedral dejan boquiabiertos a los turistas. También se recomienda visitar el Museo Casa Santa María.

Paraíso de surf: Desde hace más de tres décadas, Fuerteventura es uno de los destinos más visitados por los surfistas en Europa. Durante todo el año, la fuerza de sus vientos garantiza excelentes olas. Los deportistas más avanzados visitan la costa norte. Allí, las condiciones para surfear son óptimas, especialmente gracias a los reefbreaks (las olas que rompen contra las rocas). Para los que recién se introducen al mundo del surf, el sur de la isla es lo más recomendado. Aquí pueden hacer sus primeros intentos y también hay muchas escuelas de surf especializadas.

La Gomera, La Palma y El Hierro: paraíso de senderistas y ambiente silvestre

© Princesa Yaiza Suite Hotel Resort

Las tres islas más pequeñas de las Canarias se destacan por mantener su carácter original intacto y por una naturaleza silvestre y salvaje. Aquí se puede encontrar la verdadera tranquilidad, completamente alejados del turismo en masa. No hay grandes hoteles. La Palma es la más verde de las Canarias y, como tal, la mejor para practicar senderismo. La Gomera, con su mágica laurisilva, es conocida como la meca de los mochileros y los viajeros individuales. La más pequeña de estas islas, El Hierro, es perfecta para quienes buscan alejarse del ajetreo diario y encontrarse consigo mismos.

La Palma, la isla más verde: La tercera isla más pequeña de las Canarias, también llamada “la isla bonita” por sus habitantes, es la elección perfecta para los amantes del senderismo y la naturaleza. Aquí hay una frondosa vegetación y, posiblemente, sea esta también la más verde de todas las Canarias. Paisajes lunares, bosques de laurel e idílicos pueblos esperan a ser descubiertos en La Palma. Una de las experiencias más fascinantes es la visita al parque nacional Caldera de Taburiente. Este imponente cráter de grandes dimensiones es una de las quebradas más grandes de Europa. La montaña más alta de la isla, Roque de los Muchachos, se encuentra a 2426 metros de altura y es el corazón de la Caldera. Las únicas dos ciudades de la isla, la capital de Santa Cruz en el este y Los Llanos en el oeste, son ideales para salir de compras. Sus diversas boutiques de moda cuentan con las últimas tendencias. Claro que también hay sitios para los quienes llevan una vida eco-friendly y de respeto con el medioambiente. Tiendas ecológicas, herboristerías y comida sana y regional pueden encontrarse en estas localidades. Cerca de Santa Cruz y a tan solo unos cientos de metros del mar, el Parador de La Palma maravilla con su típica arquitectura canaria y una estupenda vista al océano.

La Gomera, mochileros y vida nocturna:La isla de La Gomera está repleta de vistas sorpresa. Entre ellas, quebradas de un verde exuberante con palmeras, frondosos valles con plantaciones de frutas y un bosque de laurel. Además, La Gomera cuenta con estupendas playas de lava, ideales para ir a tomar el sol. Algunos de los rincones más preciosos de La Gomera han sido declarados patrimonio natural con la intención de conservar intacta su indescriptible belleza. La capital de San Sebastián invita a los visitantes a dar un paseo por sus bonitas calles con bares y restaurantes. Aquí se vive un ambiente acogedor y relajado que cautiva a mochileros y viajeros individuales. La vida nocturna tampoco pasa desapercibida, y tiene lugar en la playa bajo el cielo estrellado. Aquí los habitantes silban para comunicarse de valle a valle. Para que esta peculiar lengua no muera, incluso se enseña en las escuelas.

El Hierro, reserva de la biósfera: La más pequeña de las Canarias, El Hierro, deleita a sus visitante con una belleza agreste y natural. Además de una gran variedad de paisajes, los turistas disfrutan de pueblos alejados de la vida urbana y del encanto tradicional canario. Extraordinarios desiertos de lava roja visten la costa sur, a unos pocos metros del bosque laurifolio. No sorprende, entonces, que El Hierro se mantenga como una reserva de la biosfera. La pequeña ciudad de Valverde cuenta con unos 3000 habitantes y es conocida por conservar las tradiciones y el encanto canarios. Algunos de los edificios más importantes, como el ayuntamiento, fueron construidos en el estilo colonial canario. Por la tarde, Valverde invita a dar un paseo por sus calles y probar su típica tarta de queso. Un sol brillante, un clima agradable, vinos de excelente calidad y frutas exóticas se disfrutan aquí, en “la isla chiquita”. Los viajeros más activos y los amantes de la naturaleza no querrán desperdiciar la oportunidad de practicar senderismo, buceo o ciclismo de montaña, a la vez que conocen por primera vez los agrestes pero encantadores paisajes que ofrece la isla. En contraste con sus islas hermanas, El Hierro no se dedica al turismo masivo ni a las cadenas de hoteles con todo incluido. Aquí reina más bien la atención de sus propios dueños y una indiscutible cercanía con los habitantes del lugar. A esta isla solo puede llegarse en ferry o con uno de los pequeños aviones que viajan desde las islas vecinas.

Islas Canarias – su impronta

© Parador de Las Cañadas del Teide

Cómo llegar: Cada una de las Islas Canarias tiene su propio aeropuerto. Mientras que los aeropuertos de La Gomera y El Hierro operan principalmente con vuelos dentro del archipiélago, los de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife reciben vuelos directos desde varios países europeos. Los vuelos desde Madrid llevan casi tres horas, mientras que los que parten desde Barcelona se demoran unos 30 minutos más. Los vuelos son más bien baratos y se pueden encontrar promociones durante todo el año.

Cuándo viajar: Gracias a su posición geográfica, las Canarias se presentan como un buen destino turístico durante todo el año. La corriente del Golfo y los vientos alisios mantienen una temperatura más bien agradable y estable. Durante el invierno, la temperatura de la costa no desciende más allá de los 15º, mientras que en el verano no asciende a más de 28º. Los turistas suelen sorprenderse al descubrir que el día tiene más de 11 horas de sol durante todo el año. La mayoría de las islas cuenta con dos climas diferentes. En el norte, el ambiente es más húmedo y verde que en el sur, que se caracteriza por ser soleado y seco. La altura también influye en el clima. Así, es posible que durante los meses de invierno la costa tenga una temperatura de 25º, mientras que en la cima de la montaña el clima es más bien frío, ventoso y húmedo.

Familias y jubilados: A pesar de que las cuatro islas más grandes sean conocidas por su ambiente nocturno y de fiesta, cada una de las Canarias cuenta con tranquilos rincones, ideales para alejarse del bullicio turístico. Cada año, muchos jubilados y europeos que buscan tranquilidad llegan a estas islas.

Endemismo: Debido a las diferentes condiciones climáticas, las Islas Canarias presentan una gran diversidad en su flora y su fauna. Típicos son el pino canario, la palmera canaria y el drago. También hay suculentas, distintas especies de aloe vera e hibisco. Asimismo hay muchas especies endémicas, tanto de flora como de fauna, es decir, especies que solo pueden encontrarse aquí. En El Hierro se encuentra el lagarto gigante, el lagarto más grande de todo el archipiélago.

Transporte: Las cuatro islas más grandes, es decir, Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, cuentan con excelentes conexiones en bus. Solo será necesario alquilar un coche para quienes quieren visitar los sitios más alejados de los grandes centros turísticos. Las tres islas más pequeñas también cuentan con transporte en bus, pero allí circulan con menor frecuencia y solo en las principales rutas.

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