Bretaña ofrece una gran variedad de paisajes: Acantilados escarpados, extensas playas de arena y bahías con pequeños pueblos de pescadores componen la costa. Monumentos celtas, circuitos de spa en el sur, rocas rosas y deliciosos frutos de mar en el norte, e históricas construcciones en las ciudades hacen de Bretaña uno de los destinos vacacionales más codiciados de Francia.
Conocido como “el fin del mundo” tiene una costa de más de 300 kilómetros de largo y se destaca por sus fiordos, sus escarpadas ensenadas y sus maravillosas vistas panorámicas. La península Crozon es parte del parque nacional y alberga las famosas grutas marinas de Morgat. En esta región, el arte ocupa cada rincón. En Quimper, la capital, todavía se pinta porcelana con la técnica tradicional y Brest tiene un museo con preciosas obras artísticas de los últimos 400 años.
Este departamento de la costa bretona tiene acantilados y playas de arena entre pintorescos pueblos de pescadores. En la costa de granito rosa, las rocas deslumbran con sus tonos rosado y violeta, mientras que Perros-Guirec, ideal para grupos familiares, ofrece varios balnearios con centros de deportes acuáticos y restaurantes que sirven vieiras.
La capital bretona, Rennes, cuenta con un bonito casco histórico y alberga el innovador centro cultural Les Champs Libres, que consiste en un museo, un espacio de las ciencias y una biblioteca. Allí tienen lugar exposiciones e instalaciones de artes visuales, digitales, performances literarias y todo tipo de expresiones artísticas. La ciudad costera Saint-Malo está rodeada por una muralla del siglo XVII y, durante el verano, sus estrechas calles están repletas de turistas, residentes locales y artistas. A unos pocos kilómetros de allí, en Cancale, se pueden degustar las mejores ostras de la región recién salidas del mar.
El golfo de Morbihan da forma a un mar interior natural y está repleto de pequeñas islas a las que se puede llegar en un tour en barco. El clima suave y las bahías permiten andar en barco de vela durante todo el año. La población de Carnac es famosa por los llamados alineamientos de Carnac, con 2934 menhires que fueron construidos por las poblaciones neolíticas 4500 años a.C. La talasoterapia, cuya base es el agua marina fría y caliente, fue concebida aquí en Morbihan y se ofrece en muchos lugares siguiendo la centenaria tradición.
Cómo llegar: El aeropuerto más importante de la región se encuentra en Rennes, la capital bretona. El vuelo desde Madrid demora menos de 5 horas y, una vez en Rennes, se puede alquilar un coche. Así será muy fácil recorrer la Bretaña francesa, teniendo la posibilidad de detenerse en los pequeños pueblos y localidades a lo largo del camino.