La antigua Constantinopla es una ciudad repleta de historia que fusiona el encanto de dos mundos distintos y a la vez se exhibe como el resultado de una importante cantidad de conquistas, saqueos y ocupaciones que han dejado su marca en expresiones arquitectónicas, artísticas y culturales. Esta ciudad, la más poblada de Turquía, se encuentra entre los continentes de Europa y Asia, y entre dos mares: el Mármara y el Negro. Como consecuencia, tiene un sinfín de contrastes que se dejan descubrir mejor al descansar en uno de los fabulosos hoteles de lujo de Estambul.

¿Dónde dormir con lujo en Estambul? Un vistazo a los barrios y zonas más importantes

Sultanahmet: mezquitas, turismo y hoteles de primera categoría

© Sofa Hotel Istanbul, Autograph Collection

La zona más turística de Estambul tiene muchos atractivos turísticos localizados en un área que abarca pocos metros, transformándose en el barrio indicado para aquellos viajeros que tienen poco tiempo o simplemente pasan una noche en la ciudad. El principal atractivo de la localidad es Santa Sofía, una basílica que más tarde fue convertida en mezquita y en la cual hoy se emplaza un museo. Su interior, decorado con altos techos abovedados, grandes lámparas y abundante mármol, transmite majestuosidad y magnificencia. La belleza de esta obra arquitectónica solo puede comprarse con la Mezquita Azul, situada casi enfrente. Su interior está decorado con hermosos mosaicos de azulejo de color azul, que le han otorgado su inconfundible nombre. Entre los sitios de interés se encuentran también el Hipódromo Romano, el Gran Bazar, la Cisterna Basílica, el Museo Arqueológico y el palacio de Topkapi, con sus diversos patios, jardines y habitaciones. Para finalizar el día, nada mejor que un paseo navegando por el Bósforo al atardecer, coronado por una deliciosa cena en el restaurante de alta categoría del hotel.

Gálata: cultura, vida nocturna y delicias callejeras

© The Grand Tarabya Hotel

El barrio de Gálata forma parte del distrito de Beyoglu, está separado del casco antiguo por el Cuerno de Oro y lleva el mismo nombre que la colina sobre la que se erige la simbólica torre, uno de los monumentos más emblemáticos de Estambul y que ofrece las vistas más estupendas. Gálata es un barrio muy popular que ha ganado importancia durante el medievo y que se caracteriza por ser una zona de mucho movimiento comercial durante el día y por tener un ambiente de fiesta muy animado durante la noche. Esta es la parte multicultural de Estambul, en ella conviven la religión musulmana, la cristiana y la judía por igual. Paseando por sus calles puede descubrirse las Escaleras de Kamondo, un encargo de una de las familias más poderosas de la comunidad judía que entremezcla el estilo neobarroco con el art nouveau. El puente de Gálata, con sus 490 metros de longitud, une lo antiguo con lo moderno y tiene dos niveles diferentes, uno para el tráfico y los transeúntes y otro donde se encuentran tiendas y restaurantes. Quienes deseen probar los sabores callejeros de la ciudad no querrán perderse el tradicional zumo de naranja recién exprimido, el lahmacun ni los mejillones midye tava. Para los paladares dulces, nada mejor que el baklava.

Estambul – su impronta

Cómo llegar: Estambul cuenta con dos aeropuertos internacionales, siendo el Aeropuerto Internacional de Estambul (ISL) el más cercano a la ciudad. El antiguo aeropuerto de Atatürk se encuentra cerrado y se verá transformado en un área de exposiciones y ocio. Quienes aterrizan en ISL tienen varias posibilidades para llegar a la ciudad, entre ellos un traslado o coche particular, taxi o autobús. Por su parte, el Aeropuerto Sabiha Gökçen (SAW) está situado a 50 km del centro y a él puede llegar en autobús, servicio de traslado privado o en taxi. Debido a las altas tasas de accidentes, no se recomienda viajar en coche en Estambul.