Parques infantiles, restaurantes para niños y supervisión, además de comodidad y encanto mallorquín: eso es lo que busca en un hotel familiar de Mallorca. Por ejemplo, en la capital, Palma: ideal para los niños, ya que todo el casco antiguo es casi totalmente peatonal. Una bonita playa de aguas poco profundas es la Platja del Port de Pollença, donde podrá tomar rápidamente un helado en los cafés adyacentes, o la Platja d'Alcúdia. También está el Hidropark con toboganes para divertirse aún más en el agua.