Kitzbühel es legendaria como centro de deportes de invierno donde la jet set se siente como en casa. Aquí se vive un estilo de vida moderno y exclusivo. En invierno, se puede esquiar y hacer snowboard en los 170 kilómetros de pistas que rodean el Hahnenkamm y el Kitzbüheler Horn. Después, el après-ski está a la orden del día, con champán y las últimas creaciones en cócteles. La ciudad cuenta con un casco histórico donde la tradición se manifiesta en forma de comercios artesanales y hoteles. Pero las compras en boutiques de diseño también están a la orden del día.