Un clima agradable, infinitas playas de arena y elegantes ciudades le otorgan el característico encanto a la costa Azul. Durante el verano, la vida de la región es muy activa, especialmente en Cannes y Niza, en donde estrellas y personalidades de todo el mundo se reúnen para ver y ser vistos. Por fuera de estos eventos internacionalmente reconocidos, los turistas disfrutan de un ambiente apacible y muy tranquilo, repleto de placer y de disfrute.
Los sitios más interesantes durante unas vacaciones en Cannes incluyen también los festivales internacionales de cine. En sus 35 000m², el Palacio de Festivales y Congresos de Cannes reúne a las personalidades más importantes de Hollywood con periodistas, fotógrafos y cineastas. Al esconderse el sol comienzan las proyecciones de películas al aire libre para quienes quieran disfrutar de este arte. Para poder ser parte de este exclusivo evento se recomienda hacer la reserva del hotel con varios meses de anticipación. Cannes tiene mucho más que cine para ofrecer: aquí se encuentran lujosos hoteles, tiendas boutique con diseñadores de renombre y elegantes tiendas de accesorios que se alinean una junto a otra. La calle comercial de 3km de largo, Boulevard de la Croisette, es uno de los destinos favoritos de la ciudad para salir de compras. Para quienes deseen dar largas caminatas, lo ideal es dirigirse hacia la playa y caminar bajo la sombra de las palmeras, con una fabulosa vista al mar. A lo largo del trayecto, los parques invitan a sentarse y descansar.
El carnaval de 18 días de Niza, que lleva varios años de tradición, invita a aprovechar la ocasión para tomarse unas vacaciones en unos de los lujosos hoteles de la costa Azul, también conocida como Riviera Francesa. Este es uno de los festivales de carnaval más importantes del mundo y sus comienzos se remontan al siglo XIII. La atracción principal es el desfile de carruajes de flores, compuesto por 16 carruajes con exclusivos y originales diseños florales. Las reinas de las flores se ocupan de hacer que el público se sienta parte del festival repartiendo rosas, claveles y mimosas. Para disfrutar de un ambiente más tranquilo se recomienda visitar alguno de los muchos museos con los que cuenta la ciudad, entre ellos el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, que alberga una increíble colección de más de 400 obras de arte moderna. Asimismo, la Promenade du Paillon es una vía verde que invita a relajarse y disfrutar de un ambiente más apacible. Entre sus atractivos se encuentran las aguas danzantes, que ayudan a los visitantes a refrescarse durante los días más calurosos. Así, Niza se declara como el destino ideal para una escapada a la ciudad.
Una de las ciudades más antiguas de la región, situada entre Niza y Cannes, es Antibes. Fundada en el año 340 a. C. por los griegos, la ciudad fue bautizada inicialmente como Antípolis. Una de sus principales atracciones es el Museo Picasso, situado en el castillo Grimaldi, donde el artista vivió y trabajó durante un tiempo. Allí, las estupendas pinturas de del artista se dejan admirar junto a las impresionantes obras de Miró y Max Ernst, esculturas y piezas de cerámica. Quienes disfrutan de contemplar los blancos y lujosos yates, propiedad exclusiva de celebridades y personalidades del espectáculo, no querrán dejar de visitar el puerto de Vauban, uno de los puertos deportivos más grandes del mundo. Otro de los atractivos de Antibes es el balneario Juan Les Pins, conocido por su arena fina y dorada y por el festival Jazz à Juan, donde cada año en julio el público tiene la oportunidad de deleitarse con algunas de las estrellas de jazz más conocidas.
Con un encanto muy especial, que se acentúa aun más en verano, Saint-Tropez espera a sus visitantes para sorprenderlos con unas vacaciones únicas. Alguna vez conocido exclusivamente por artistas, entre ellos Henri Matisse y Paul Signac, cuyas obras aun se encuentran en el Musée de L'Annonciade, este destino es hoy uno de los favoritos de los turistas de todo el mundo. Aquí el jet set internacional se siente como en casa, lo que le ha ganado el nombre de “La ciudad de los ricos y bellos”. La localidad costera tiene mucho más para ofrecer que enormes y llamativos yates y coches deportivos de primera clase: a través de un paseo por las idílicas calles de la ciudad, los turistas pueden conocer los patios decorados con flores y los olivos. Algunos atractivos históricos constituyen una visita casi obligatoria, como la ciudadela, que data del siglo XVI. Aquí también se encuentra un museo con interesantes colecciones sobre la industria de la pesca y naviera, así como mucha información sobre la historia local. La increíble oferta de hoteles de primera clase en la costa Azul también llega a Saint-Tropez.
La Familia Real de Mónaco, en el norte de la costa Azul, sorprende cada año con dos de sus eventos más famosos: el Rally de Montecarlo en enero y la Fórmula 1 en mayo. En estos eventos, que se caracterizan por su prominente público, el ambiente resulta muy cautivador. Una particularidad de la ciudad son los llamados ascensores públicos para personas, que permiten a los turistas llegar de un estupendo lugar al siguiente, por ejemplo desde Place des Moulins hasta la playa de Larvotto, uno de los sitios más tranquilos al que se puede acceder directamente desde la ciudad. Uno de los atractivos más buscados es el Palacio del Príncipe de Mónaco (Palacio Grimaldi), que se sitúa en Place du Palais y es hoy la residencia del príncipe Alberto II. Allí llaman la atención los guardias vestidos de blanco, ejerciendo un trabajo majestuoso. La catedral Nuestra Dama Inmaculada, de estilo neorrománico constituye el Santo Sepulcro de la famosa familia Grimaldi.
La cocina de la costa Azul presenta influencias francesas e italianas por igual, de forma que los viajeros pueden alegrarse al degustar todas sus especialidades culinarias. Con el particular uso que hacen de hierbas como el laurel, salvia, albahaca y tomillo, los cocineros logran alcanzar el punto máximo del sabor en todos sus platos. Los restaurantes sirven diferentes platos con frutos de mar, entre ellos sopa de dragón marinero o de merluza, como también tomates rellenos, berenjenas y calabacín, a veces acompañados con salsa de carne molida. La historia se repite con la ratatouille, especialmente aliñado con aceite de oliva, ajo y otras hierbas que le dan un sabor especial. Algunas gotas de un fino vino francés, por ejemplo del viñedo Bellet, al norte de Niza, son el complemento perfecto para una cena inolvidable.
Los hoteles de la costa Azul ofrecen una vista del mar Mediterráneo y de las montañas al fondo. Los turistas viajan en coche por la autopista francesa Autoroute du Soleil hacia el sur y se desvían en Marsella hacia la costa Azul. Una ruta alternativa a los hoteles de la costa Azul pasa por Suiza a través de Turín y la Riviera Italiana. Es importante tener en cuenta que hay peajes durante el trayecto. Muchos aeropuertos españoles tienen trayectos directos hacia los dos aeropuertos franceses Marseille-Provence y Nice-Côte d'Azur.
Si viajas a Costa Azul estas populares ciudades son de visita obligada: Cannes, Niza y St. Tropez. No te preocupes por demasiados turistas, cada una de estas ciudades populares también tiene rincones secretos por descubrir.