El lago de Garda cuenta con hoteles a orillas del agua, un clima agradable y pintorescos paisajes: vistas alpinas y encanto mediterráneo, calidez y suavidad. El lago más grande de Italia es uno de los destinos turísticos favoritos de los europeos. La decisión más importante es en qué orilla hospedarse: en el norte, el sur, el este o el oeste, cada punto cardinal tiene un carácter y una magia propios.
En su extremo más angosto, el lago de Garda está rodeado de empinadas laderas, es por ello que muchas veces se lo compara con un fiordo. Los ciclistas de montaña encuentran aquí estupendas rutas. En lugares como Torbole y Arco se reúnen deportistas famosos de todas partes del mundo a practicar surf, kitesurf o escalada. Los turistas de edad avanzada disfrutan de los senderos y los estupendos destinos de fin de semana, como Limone.
Escalada y descenso de cañones: Conocido originalmente por la pureza de su aire, Arco (situado a unos 5km el lago de Garda) se ha transformado en una meca para quienes practicar alpinismo. Además de formaciones rocosas naturales con todos los niveles de dificultad, hay un centro de escalada que alberga la competencia anual “Rockmaster”, cada otoño. Quienes combinan su pasión por la roca con las aguas bravas no querrán perderse la oportunidad de practicar descenso de cañones. En el cauce del río Sarca se reúnen aventureros y amantes del aire libre. Las excursiones de menor dificultad también admiten a los más pequeños.
Paseo por el casco antiguo y turismo al aire libre: La belleza de las ruinas del castillo de Arco ha sido inmortalizada por el artista más famoso del Renacimiento: Alberto Durero. El ascenso hasta este lugar (comienza en Via Vergolano) verdaderamente vale la pena gracias a sus vistas únicas que llegan hasta la orilla norte del lago. En su casco antiguo, las calles que rodean a la Piazza 3 Novembre invitan a pasear en la tarde y saborear helado artesanal (Gelateria Al Castello). Para disfrutar de los sabores italianos, la vecina Riva cuenta con excelentes y variadas opciones.
Lagos idílicos y ciclismo de montaña: No siempre se necesita del lago más grande: En el noroeste se encuentran ramificaciones del Garda, como el lago de montaña lago de Tenno, con sus aguas de color verde esmeralda, o el lago de Ledro, con sus costas naturales. Estos constituyen pequeños paraísos para caminar y bañarse, en donde se reúnen aquellos veraneantes que buscan paz y tranquilidad durante las vacaciones. Los ciclistas de montaña toman la antigua ruta serpenteante desde el lago de Ledro hasta el lago de Garda, mientras que quienes buscan paz para el alma recorren el valle de Ledro.
Pueblos de ensueño y plantaciones de cítricos: En lo alto de una de las mesetas del parque natural Alto Garda Bresciano se sitúa la comunidad de Tremosine con bonitos destinos que, oficialmente, pertenecen a la lista de los pueblos italianos más hermosos. San Zeno di Montagna, conocido como “el balcón del lago de Garda”, cautiva a senderistas, jinetes y ciclistas de montaña. Limone, al sur de Riva, debe su nombre a la palabra “Limes” (frontera), pero actualmente se atribuye a la gran cantidad de limoneros y cítricos que se encuentran aquí. Algunas de las plantaciones de limones (limonaien) pueden visitarse (La Limonaie del Vastell). Incluso en los escaparates de las tiendas de recuerdos se encuentra esta fruta, y es vendida en varios formatos para llevar a casa.
Surf, vida nocturna y jazz: El extremo norte del lago de Garda es un destino caracterizado por sus vientos. En Torbole afloran las escuelas y los centros de surf. Asimismo, hay una gran oferta de bares (Wind’s Bar), clubs y discotecas (Conca d’Oro) que invitan a los deportistas a relajarse y moverse al ritmo de la música y la noche. Torbole es uno de los sitios favoritos de los ciclistas de montaña. Aquí no solo hay lugares donde alquilar una bicicleta, sino que también ofrecen servicio de reparación y transporte. Uno de los eventos más concurridos es el festival de jazz del Garda, que tiene lugar en los meses de junio y julio. Durante el resto del año, el jazz suena en Riva y en Arco.
La cresta del Monte Baldo (2218 metros de altura) le da su carácter distintivo a la orilla oriental del lago. Tanto durante el verano como en invierno, este es un destino ideal para los turistas más activos. Para los aficionados a la botánica, esta región guarda un precioso tesoro formado por una amplia variedad de plantas endémicas. Los alrededores de Bardolino conforman un territorio repleto de viñedos y olivares. Por su parte, Lazise es conocido por sus parques de atracciones.
Funicular y pueblos de montaña: El este del lago de Garda domina la cresta del Monte Baldo. Las familias y parejas con niños disfrutan de un paseo en teleférico hasta la cima del Monte Altissimo di Nago (estación inicial en Malcesine). Quienes recorren los últimos metros a pie pueden disfrutar de una de las vistas más estupendas y del encanto de las cabañas en lo más alto. Los pequeños pueblos de la comunidad de Brenzone se destacan por su auténtico esplendor. A algunos solo puede llegarse por caminos empinados, mientras que otros se encuentran a orillas del agua y cuentan con un pequeño puerto y especialidades regionales de sardinas o anguilas. Tras una larga caminata por los senderos de bosque y montaña, nada sabe mejor que una de las trufas (tartufi) de la región. Otras delicias del menú incluyen hongos, castañas y piezas de caza.
Diversidad en su flora y un precioso jardín botánico: “El jardín de Europa”, así se denomina al Monte Baldo gracias a su enorme variedad de plantas, entre ellas, algunas exóticas y otras endémicas (que solo crecen en esta región). Para admirar toda esta belleza de una sola vez se recomienda visitar el jardín botánico (Ferrara di Monte Baldo), donde se encuentran más de 700 especies distribuidas en 12 000 metros cuadrados, ideal para jardineros, botánicos y turistas que solo desean echar un vistazo.
Deportes de invierno: Durante el invierno, muchos surfistas cambian las olas por la nieve. Deslizarse en esquís con vistas al lago de Garda es posible gracias a la Funivia Malcesine-Monte Baldo, con once kilómetros de pistas y cuatro telesillas. La provincia de Ferrara Monte Baldo, por su parte, cuenta con pistas de esquí de fondo y una exclusiva pista de snowboard.
Turismo clásico: En dirección norte, junto al pie del Monte Baldo, se encuentra la pequeña ciudad de Malcesine. Esta fortaleza bien preservada cuenta con un museo propio y, junto con la iglesia de estilo barroco San Stefano y el Palazzo dei Capitani, forma un conjunto imprescindible. En el casco antiguo, además de cafés y tiendas de recuerdos para turistas, hay también bares que reciben principalmente a residentes locales (Pub Vagabondo). Los conocedores del vino no querrán volver a casa sin antes visitar Bardolino y la región interior de Valpolicella. En Bardolino se puede visitar el museo del vino (Via Costabella 9) y el museo del aceite de oliva (Via Peschiera 54).
Parques de atracciones y salidas: Tras visitar los fascinantes olivares y viñedos de los alrededores de Bardolino, los turistas que continúan su camino en dirección sur y hasta Lazise pueden aprovechar a hacer planes totalmente diferentes. Esto es especialmente práctico para familias y parejas con niños. Montañas rusas, shows de láser y mundos de duendes: En el parque de Gardaland solo puede haber diversión. Familias numerosas de Italia y otros países llegan aquí para conocer sus estudios de cine (shows de escenas peligrosas, efectos especiales) y el Medieval Times (un restaurante con ambiente medieval). Ajeno al barullo se encuentra el casco antiguo de Lazise, aislado porla fortaleza que rodea al centro histórico de la ciudad desde el tiempo de caballeros. Alrededor de la Piazza Vittorio Emanuele se puede degustar de un exquisito vino. En los bares del puerto se sirven deliciosos tragos al caer la noche (Alla Grotta, Gipi’s Bar).
A unos 50 kilómetros de la orilla norte del Garda, su extremo meridional cautiva con una imagen totalmente diferente. La suave y ondulada orilla del lago se abre de par en par. Gracias al buen clima, aquí florecen palmas y adelfas que decoran las extensas playas y los campings que rodean la orilla. La península de Sirmione obsequia a sus turistas con una mirada hacia el interior del pasado romano y, además, es el sitio favorito para disfrutar de las aguas termales. Desenzano se presenta activa y vivaz.
Vida de playa, familias y camping: Más palmas y menos viento que en el norte. La orilla sur con ambiente mediterráneo invita a bañarse en las aguas del lago de Garda. Las playas más extensas (aunque con guijarros) se encuentran, por ejemplo, en la pequeña ciudad portuaria de Manerba. Aquí se eleva la lengua de tierra de Punta Belvedere, desde donde se puede vadear hasta la isla San Biagio. Pintorescas bahías se esconden en los alrededores de Porto San Felice y Porto Portese. Debido a la gran cantidad de campings que rodean la orilla, el sur es uno de los destinos favoritos de las familias.
Ruta del vino, coches antiguos y karting: Viniendo desde Bardolino en la orilla oriental del lago, la ruta del vino recorre lugares como Affi, Castelnuove y Peschiera, repletos de viñedos que invitan a ser recorridos y degustados. Las viñas y bodegas ofrecen la oportunidad de hacer un tour, degustar sus cosechas y comprar directamente de los productores. Algunas de las fincas también cuentan con planes para toda la familia, como montar a caballo (La Basia en Puegnago del Garda). Cada año, en mayo, los caballos se multiplican y llega la legendaria Mille Miglie (Mil Millas) con carreras de coches de época y fanáticos de los motores antiguos. Provenientes de todas partes del mundo, estos aficionados aprovechan la oportunidad de exhibir sus propias bellezas. La partida tiene lugar en la ciudad de Brescia, y la ruta los lleva a través de Desenzano y muchas localidades pequeñas, en las que se destaca la gastronomía y el bullicio de la gente que espera a ver sus favoritos correr. Quienes se quedan con ganas de estar al volante pueden visitar el South Garda Karting, en Lonato del Garda.
Ruinas romanas y aguas termales: Sirmione es la verdadera joya del sur del lago de Garda. Su precioso casco antiguo domina la península con su castillo de foso, puentes, almenas y torres. El museo exhibe la historia del castillo Rocca Scaligera y, en el parque lindante, hay acogedores asientos con bonitas vistas. Uno de los principales atractivos son las Grutas de Catulo, ruinas de la villa romana del siglo segundo en las que se expone los hallazgos arqueológicos allí realizados. Gracias a sus aguas con alto contenido de azufre, Sirmione es uno de los centros termales favoritos de quienes desean tomar unas vacaciones revitalizantes. En los balnearios de Cartulo y Virgilio, los jubilados se alejan de las grandes y estresantes ciudades y buscan el silencio y la paz en el calor del agua y del baño de barro, mientras admiran las vistas panorámicas.
En los alrededores de Salò y Gardone Riviera se disfruta de las vacaciones sin cuidar un centavo. Villas y elegantes restaurantes en medio de exuberantes jardines, concurridos mercados de antigüedades en Riviera Gardone: los residentes locales disfrutan de estos lujos, al igual que los visitantes que saben apreciar la tranquilidad y vida apacible.
Villas, palacios y arte: Villas, palacios y jardines se sitúan en la costa oeste del lago de Garda, en donde reinan la paz y la tranquilidad. Además de los italianos más opulentos, aquí se congregan los dueños de yates y también algunos simples mortales, que disfrutan de preciosas caminatas e interesantes actividades culturales. En Gardone, el jardín botánico del artista Andre Heller (Giardino Botanico Hruska) cautiva con sus juegos de agua y esculturas. Hay también un museo exclusivamente dedicado a figuras del niño Jesús (Museo Il Divino Infante). En memoria al controvertido poeta Gabriele D’Annunzio se ha inaugurado allí un museo de la guerra (Vittoriale degli Italiani).
Shopping de lujo y paraíso gourmet: En Gardone, uno de los sitios más visitados es el mercado de antigüedades (los sábados de verano). En dirección al sur, en Salò, se puede caminar por los extensos paseos costeros del lago de Garda, que se mantienen libres de autos y son ideales para ir con niños. Detrás de este paseo comienza el centro histórico de la ciudad, actualmente repleto de tiendas boutique de diseñadores italianos, zapaterías de moda y venta de máquinas de café espresso o alimentos exclusivos (Melchioretti). También caben destacar sus estupendos restaurantes (La Campagnola). A la Torre San Marco se puede llegar en el bote propio. Esta histórica torre junto al lago alberga un piano-bar, una vinoteca y el restaurante gourmet Villa Fioraliso. Ostentosa, la catedral de Salò, en estilo gótico tardío, se caracteriza por el oro, el estuco y las pinturas al óleo. En la Piazza Duomo hay conciertos de música clásica durante el verano, mientras que en las discotecas de moda (Absolute) se puede sacudir el cuerpo hasta altas horas de la noche.
Isla del condado, regatas y golf: Salò es también el puerto de partida de un viaje en bote muy particular. Ante San Felice del Benaco descansa la Isola del Garda, residencia de la familia del condado de Cavazza. La isla está abierta a los visitantes desde abril hasta octubre, y sus guías son los mismísimos dueños de sangre azul. Además de la noble villa con estilo neogótico-veneciano hay un parque de setos y plantas provenientes de todas partes del mundo que realmente vale la pena admirar. Uno de los palacios más grandes del lago (Palazzo Bettoni) se encuentra en Bogliaco, un pueblo al sur de Gargnano. Aquí tiene lugar en septiembre la Centomiglia, la regata más conocida del Garda. En dirección a Toscolano Maderno se puede disfrutar de un campo de golf de 18 hoyos.
Bares rústicos, paseos y herencia fascista: En Gargnano el ambiente es más bien sobrio. Alberga bares rústicos (Al Bacaretto) y acogedores locales que suelen reunir más surfistas que turistas. El parque nacional Alto Garda Bresciano invita a reservar un día completo para realizar sus bonitas excursiones. La herencia de Benito Mussolini, que en la época fascista habitaba la Villa Feltrinelli, le otorga un acento más serio al ambiente.
La ciudad más grande del lago de Garda se encuentra en el sur y se puede conocer con poco tiempo debido a que solo cuenta con unos 20 000 habitantes. Sin embargo, gracias a su preciosos paseo costero, estupendas peatonales y una vida nocturna muy activa, atrae a muchas más personas.
Vida nocturna y romanticismo: Coloridas fachadas, botes que se hamacan. El antiguo muelle (Porto Vecchio) le otorga a Desenzano un aire de pueblo de pescadores. Aquí se vive el romanticismo en su más alto nivel. Tanto enamorados como aquellos que aun buscan su media naranja se encuentran al caer el sol. Los favoritos son los bares (Gelateria Cristallo) y, si todo va bien, la noche continúa en las peatonales o en las discotecas de los alrededores (Discoteca Mazoom, Circus Beat Club en Brescia).
Residentes locales, mercados y shopping urbano: En los paseos de compras de Desenzano (cerca del puerto) se encuentran italianos con mucho estilo y turistas que desean copiar su buen gusto. Además de tiendas boutique, la zona también alberga vendedores de productos regionales, como el aceite de oliva. Piazza Matteotti es ideal para beber un cappuccino y contemplar el ritmo de vida de la ciudad. Vale destacar también a los mercados del casco antiguo (de antigüedades, pero también de frutas y verduras). Quienes buscan un ambiente más moderno, se aventuran por autopista en dirección a Lonato, con un gigante centro de compras recientemente inaugurado, con más de 100 tiendas (Il Leone di Lonato).
Turismo histórico: Los amantes del arte no querrán perderse la capilla Santa Maria Maddalena, donde pueden admirar famosos óleos, como “La última cena” de Giambattista Tiepolo, y artistas como Zenone Veronese, Palma il Giovane, Andrea Celesti y Gianbettino Cignaroli. Cerca de allí se encuentra la Villa Romana con suelo de mosaicos del siglo III. El museo arqueológico está emplazado en lo que alguna vez fue un convento. Allí pueden admirarse reliquias de la Edad de Piedra del lago de Garda. El tour culmina en lo más alto, en el castillo medieval que invita a disfrutar de estupendas vistas.
La costa norte del lago alberga el centro turístico de Riva. Esta región, que en el pasado perteneció a Austria y se encuentra en la montaña, posee todas las características de un centro turístico tirolés y las fusiona con el elegante encanto italiano. Así es como, en un mismo lugar, los turistas pueden disfrutar de un castillo y de un puerto de yates. Riva también tiene otra cara que contrasta con lo anterior: Una Riva en la que se reúnen surfistas y hay un festival de ciclismo de montaña.
Playas de arena, bares de moda y tardes de paseo: Con una gran impronta de pensadores y literarios (Nietzsche, Kafka, Thomas Mann) y del dominio austríaco, esta región aun mantiene su típico encanto italiano. Los visitantes de Riva son tan diversos como su pasado. Su extensa costa cautiva a familias, mientras que los vientos y las olas pertenecen a los surfistas, y el interior enamora a los ciclistas de montaña. Es por ello que se encuentran todo tipo de personas al pasear por su casco antiguo y su costa. Los jóvenes no se resisten a los bares de moda (Il Vecchio Porto). Por su parte, algunos turistas de más edad disfrutan de la cocina del Trentino (La Montanara), mientras que otros recorren las calles históricas y eligen su restaurante al azar.
Centro de deportistas: La comunidad internacional del ciclismo de montaña domina la primavera en Riva. Durante el Bike Festival Garda Trentino, en la primavera, se ven cuerpos esculpidos, bicicletas y muchos cascos. Especialmente en los alrededores de la zona ferial en el Palazzo Congressi.
Turismo y monumentos naturales: Piazza 3 Novembre es mucho más que un bonito lugar para beber café. Con sus bellas arcadas y su torre medieval, este lugar cautiva a locales y turistas por igual. Las calles de la ciudad cuentan la historia de sus fosos de agua rodeados por murallas. Además, en Riva hay un sinfín de iglesias que vale la pena visitar, tanto en estilo romano como barroco (San Tommaso di Canterbury, Chiesa dell’ Inviolata, Santa Maria Assunta). Al norte de Riva se encuentra la cascada del Varone, que cae desde una cueva situada a unos 100 metros de altura.
Cómo llegar: Más de mil kilómetros separan la zona del lago de Garda de España, por lo que un viaje en coche llevaría casi un día entero. Es por ello que lo más recomendable es viajar en avión. Hay varios aeropuertos cercanos al lago, entre ellos el de Verona, el de Bérgamo y el de Milán.
Lleno de contrastes, pero turístico: Diversos como sus costas en los distintos puntos cardinales, lo son también el ambiente y el público que recibe el lago de Garda. Las familias que, sin haberse informado, reservan su habitación en la pacífica Gardone pueden sentirse tan fuera de lugar como lo haría un ciclista de montaña en Sirmione. Sin embargo, aquí no hay divisiones, los turistas son bienvenidos en toda la extensión del lago. Quienes deseen conocer cada una de sus facetas, pueden planear un recorrido completo.
Destino italiano: Como en todos los centros vacacionales europeos, el lago de Garda está repleto durante las vacaciones. Quienes tienen familia no pueden evitar ir en las fechas de vacaciones escolares. Sin embargo, se recomienda no viajar a mediados de agosto, ya que entonces toda Italia tiene vacaciones escolares y muchos residentes locales también deciden disfrutar del lago para una escapada de fin de semana.
Elegante y a la moda: Los italianos saben vestirse con estilo y buen gusto, algo que puede verse incluso en las playas y otras zonas sin código de vestir. ¿Traje de baño en un café o en una boutique? Para muchos residentes locales esto es impensable. Quienes quieran pasar desapercibidos y no ser etiquetados como “típicos turistas”, tendrán que vestirse de forma acorde y aprender algunas palabras en italiano.
Cada costa tiene su propio carácter: en el joven norte, deportistas se reúnen, por ejemplo, en la ciudad de Arco. Limone (dedicado al limón) es un popular centro vacacional. En el este, los lugares más populares del Lago de Garda son Bardolino y Lazise. En el sur del Mediterráneo, por otro lado, la península Sirmione atrae a los visitantes con atracciones turísticas y aguas termales. En el oeste están los lujosos lugares Gardone Riviera y Gargano - un lugar especial para la escena del surf. Las ciudades más grandes y populares son Desenzano (sur) y Riva del Garda (costa del lago norte).
El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto de Verona (Aeroporto Valerio Catullo di Verona) Desde aquí se puede llegar al Lago de Garda rápida y fácilmente, porque está a sólo 25 km del aeropuerto. Gracias a los autobuses de enlace y las conexiones de tren, puede llegar a su destino fácilmente, pero también recomendamos alquilar un coche. Dependiendo del lugar de partida, por ejemplo, Munich, un viaje por tren siempre vale la pena. Se llega rápidamente a los destinos en unas 4,5 horas.
El Hotel Lido Palace está situado a sólo 50 metros del lago, el Hotel Du Lac et du Parc Grand Resort está a sólo 100 metros de la orilla del lago, el Grand Hotel Fasano y el Relais Speranzina están prácticamente a la orilla.
Los hoteles de bienestar más populares son el Lefay Resort & SPA Lago di Garda con una area de spa con vista al Lago de Garda y el Villa Cordevigo Wine Relais, que también es una bodega.
El Hotel Holiday IV Gardan tiene un rincón para niños y un patio de recreo al aire libre, mientras que el Hotel Caesius Thermae & Spa Resort tiene un restaurante para niños y una guardería, perfecta mientras los padres disfrutan de la zona de spa.