Los rincones históricos más encantadores de España albergan un Parador de Turismo. Estos singulares hoteles, denominados paradores, pertenecen a una cadena hotelera española que destaca por su noble misión. Gracias a su arduo trabajo, muchos de los sitios históricos más importantes del País Vasco han sido conservados para la admiración y el disfrute de turistas provenientes de todo el mundo. ¿Quiere pasar unas vacaciones en las que se mezclen la historia, la cultura y la tradición con el deleite y la hospitalidad? Entonces también le recomendamos echar un vistazo a nuestras Pousadas que fueron construidas con gran elegancia, lujo y atención al detalle.
El primero de estos paradores fue inaugurado en la sierra de Gredos. La intención original era atraer al turismo mediante la construcción de alojamientos donde la iniciativa privada aun no llegaba. A partir de entonces, se han construido numerosos paradores en un intento por rehabilitar obras que han sufrido el paso del tiempo y el abandono. Estos hoteles se ocupan de resguardar el patrimonio histórico-cultural de España, a la vez que promocionan el turismo sustentable y de calidad. Ejemplo de ello son los paradores con piscina y spa de Castilla y León. Los Paradores de Galicia son un excelente ejemplo de la elegancia y sofisticación que ostentan estos establecimientos. Ocupan palacios, antiguos conventos y auténticos castillos, donde los huéspedes se sienten como parte de la realeza gracias a la dedicación y el servicio de primera clase que ofrece su personal.
Los Paradores de Turismo están emplazados en emblemáticos edificios y localidades que han sido seleccionados gracias a su interés histórico, artístico o cultural. Por ejemplo, los exquisitos paradores de Cataluña son ideales para los amantes de los edificios antiguos que se encuentran rodeados de naturaleza silvestre. Repartidos en todo el país, ayudan a difundir la cultura y la valiosa historia española. Algunos están situados en medio de Parques Nacionales, otros hoteles de la red se emplazan en entornos monumentales o en ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad. Los Paradores incluso han llegado a cruzar las fronteras nacionales, estableciéndose en otros países. En el caso de Aragón, los alojamientos permiten a sus huéspedes estar en contacto con su pasado medieval. El glorioso paisaje de este lugar puede descubrirse muchas maneras diferentes: a caballo, a pie o incluso en un cuatrimoto. Junto a la playa, en la montaña o sobre un acantilado, los Paradores de Turismo llevan a sus visitantes a rincones de ensueño.
Para quienes disfrutan de tomarse unas vacaciones en lugares inusuales y admirando paisajes únicos, los paradores son el alojamiento indicado. Estos establecimientos cuentan con todos los servicios necesarios para que los huéspedes se sientan como en casa. Los restaurantes de los Paradores de Castilla-La Mancha cuentan con platos regionales preparados de una forma tradicional que permite a los turistas acercarse a las raíces y el encanto original de la región. Aquí es posible disfrutar de los postres típicos de Toledo mientras se observa el río Tajo desde la terraza del hotel. Con servicios de conserjería, piscina, spa, sauna y hasta jacuzzi, es fácil sentirse a gusto en los paradores. Con salida directa a la playa y mobiliario innovador, los paradores andaluces invitan a sus huéspedes a relajarse y a disfrutar de sus vacaciones, mientras degustan un típico plato de mariscos frescos.
Algunos de estos establecimientos cuentan con espacio para realizar conferencias, mientras que otros tienen todo lo necesario para celebrar una boda en sus elegantes instalaciones. Este tipo de hoteles no ofrecen solo alojamiento, sino magníficas experiencias. Entre ellas, dormir en monasterios y alcázares que envuelven siglos de historia, magníficas obras de arte y un servicio excepcional.