Decidirse entre Inglaterra, Escocia y Gales no es nada fácil, afortunadamente Escapio presenta una exclusiva selección de hoteles de la que elegir y así tener menos de qué preocuparse al planificar las vacaciones. Estos tres destinos cuentan con una rica herencia cultural y un sinfín de castillos. Zonas costeras áridas y rocosas, médanos con suaves ondulaciones en playas vírgenes, extensas praderas y románticos paisajes naturales completan la imagen de Gran Bretaña. Londres, capital de Inglaterra, cautiva con sus famosos museos, exclusivos teatros y galerías. Aberdeen, en Escocia, es conocida por sus obras arquitectónicas, entre ellas, el colegio King’s College y el teatro His Majesty’s Theatre. Cardiff, en Gales, sorprende con sus edificios históricos y con el antiguo castillo que lleva su mismo nombre.
Entre los principales destinos de Inglaterra para los amantes de la naturaleza se encuentra Scarborough, en Yorkshire del Norte: caminando desde el imponente Castillo de Scarborough hasta la Bahía de Robin Hood, los turistas más activos atraviesan prados repletos de flores, quebradas boscosas y un antiguo túnel ferroviario. A lo largo del sendero pueden disfrutar de fenomenales vistas a la costa y el mar. En el condado inglés de Kent, los acantilados de color blanco de Dover contrastan con el azul profundo del océano. Entre los atractivos más conocidos de Escocia se encuentra el idílico lago Ness, un extenso y profundo lago de agua dulce situado en las Tierras Altas. Gracias a la diversidad de su fauna, entre las que cuentan las anguilas, las truchas y los salmones, este lago es un verdadero tesoro para los pescadores. Para obtener las vistas más espectaculares de la capital escocesa de Edimburgo, se recomienda ascender los 251 metros del Arthur’s Seat (“El asiento de Arturo”), el pico principal de un conjunto de colinas que forman el corazón de un parque natural. Las espectaculares playas galesas se disfrutan mejor en verano nadando o practicando deportes acuáticos, como el windsurf. La playa de Barafundle Bay en Pembrokeshire engaña a los turistas con sus suaves dunas de arena fina y sus bosques de pinos, haciéndoles creer que están en el Caribe. El cabo de Great Orme, de 200 metros de altura, obsequia a los turistas con una vista fascinante. A lo más alto de este espectáculo natural, situado en Llandudno, puede llegarse con un tranvía de estilo victoriano, en góndola, a pie o en bicicleta.
Además de Londres y su famoso museo de cera, Gran Bretaña tiene otras ciudades que merecen una visita, como Birmingham. Entre sus atractivos, cuenta el Centro Nacional de Vida Marina, donde habitan más de 60 especies marítimas y de agua dulce, como pingüinos y nutrias, que pueden observarse muy de cerca. En Escocia, Glasgow sorprende con el Kelvingrove Art Gallery and Museum, la galería de arte más importante de la ciudad y la región. Este cuenta con un sinfín de obras pertenecientes al ámbito del arte, la tecnología y la naturaleza. Iverness es otra ciudad escocesa que merece una visita: entre sus atractivos principales está la catedral St. Andrew, que presente un estilo gótico del siglo XVII. Gales, por su parte, recibe turistas en las ciudades de Swansea y Newport. La primera se destaca por ser una de las ciudades galesas con mejor clima y por la imponente presencia del castillo Oystermouth Castle, construido entre los siglos XII y XIV. La segunda localidad se luce con su Museo Nacional de la Legión Romana, con una fortaleza de 20 hectáreas del año 75 a.C. y un antiguo anfiteatro en el que los visitantes casi pueden meterse en la piel de los romanos.
Lo menús en los restaurantes y hoteles británicos suelen tener muchas opciones internacionales y lo mejor de la cocina típica local. En Inglaterra, los desayunos son abundantes y están compuestos de huevos fritos, judías, salchichas y tostadas. Los almuerzos y cenas también suelen ser muy saciantes, como pescado frito con patatas fritas (conocido como fish & chips). El menú escocés suele ser muy parecido, aunque aquí le agregan un acompañamiento de mushy beans (puré de judías). En la cocina tradicional escocesa se sirve salmón fresco, capturado ese mismo día y no de granja, lo que garantiza su alta calidad. Uno de los platos más conocidos de Gales es el welsh rarebit (“conejo galés”), compuesto por una salsa de queso derretido y cerveza, y servido sobre una tostada. Los diente dulces no se pueden resistir ante las tortas galesas, hechas de harina, huevos, leche, manteca y uvas pasas.
El mejor momento para viajar y disfrutar de eventos al aire libre en Gran Bretaña es durante los meses de verano. En Inglaterra, el Glastonbury Festival, que tiene lugar cada año a finales del mes de junio, es el festival de música y arte más grande del país. Famosos músicos llenan las noches de un ambiente festivo y alegre. Además, en el Shangri-La del festival tienen lugar obras de teatro y acompañamientos de música electrónica. Escocia, por su parte, debe su fama a los Highland Games (Juegos de las Tierras Altas de Escocia). Durante esta serie de eventos, que son una celebración de las culturas escocesa y celta, puede disfrutarse de emocionantes competencias de gaitas, baile, lanzamientos de troncos y lanzamientos de piedras, entre otros. Estos juegos comienzan cada año a mediados de mayo, y culminan en la segunda mitad de septiembre. Las competencias de destreza se distribuyen por todo el país. La exposición agrícola favorita de los británicos tiene lugar a finales de julio, en la localidad galesa Builth Wells. Los favoritos son la caza y los shows con perros de pastoreo.
Clima: En Gran Bretaña reina un clima más bien marítimo, ya que la corriente del Golfo trae temperaturas suaves. Con un promedio de 15 días de lluvia anuales, se caracteriza por un alto número de precipitaciones, más predominantes en el norte que en el sur. Los meses de lluvia van desde diciembre a enero, mientras que desde marzo a junio no llueve tanto. Las temperaturas más altas de verano se mantienen entre los 15º y 20º. Sin embargo, en algunos momentos del día, los termómetros pueden llegar a marcar hasta 30 ºC. Aquí no nieva mucho, exceptuando las regiones del norte y del este. Entre ellas cuentan también las montañas escocesas, que tienen centros de deportes de invierno. Por la noche, las temperaturas llegan a los 2º durante los meses de enero y febrero. En cambio, durante el día, pueden llegar hasta los 6 ºC.
Cómo llegar: Hay muchas conexiones desde los aeropuertos españoles a los principales aeropuertos británicos. Debido a las distancias, se considera que viajar por aire es más rápido, cómodo y efectivo que hacerlo por tierra, pero esto último también es una posibilidad. Entre los aeropuertos que más vuelos reciben por día están el London City, el de Gatwick y el Heathrow Airport. Escocia tiene los aeropuertos de Edimburgo, Glasgow e Iverness. En Gales, los aviones llegan al Cardiff Airport.