Paisajes vírgenes e infinitos, naturaleza prístina, un sinfín de pequeñas islas y lagos de agua cristalina caracterizan la tierra escandinava del norte de Europa. Las vistas urbanas son algo excepcional en Suecia, incluso las ciudades más grandes, como Estocolmo y Gotemburgo, tienen un ritmo de vida característico de una pequeña ciudad. Sin embargo, Estocolmo es una importante metrópolis con muchos atractivos, hoteles modernos y un ambiente tan relajado que resulta difícil de imitar.
La “pequeña ciudad más grande del mundo” abarca un total de catorce islas, mejor conocidas como islotes, y alberga no solo grandes zonas de agua (como el precioso lago Mälar) sino también muchos parques y atractivos imprescindibles. Entre ellos, más de 70 museos, como el Museo Vasa, la residencia real del Palacio de Drottningholm y el Museo ABBA. Para dormir, la ciudad cuenta con muchos hoteles suecos de lujo. El casco histórico, Gamla Stan, está cubierto de calles adoquinadas, mientras que el barrio hípster SoFo y el Dödermalm cuentan con cafés de moda y tiendas con las últimas tendencias. La capital se presenta como muy liberal y tiene una amplia influencia de la comunidad LGBT+. Los hoteles más modernos de Estocolmo se encuentran en el barrio de negocios Norrmalm.
La región más poblada de Suecia cuenta con muchos bosques y lagos, suaves colinas y, sobre todo, extensas playas de arena, perfectas para unas vacaciones en una cabaña blanca junto a la costa. La región de Escania es especialmente fértil y tiene un toque de encanto toscano. Quienes desean conocer las raíces de Astrid Lindgrens podrán visitar Smolandia, mientras que los fanáticos de Wallander preferirán conocer Ystad. La totalidad de la región está repleta de testimonios de su pasado prehistórico, como la escritura rúnica y sepulcros de piedra. En la ciudad portuaria de Gotemburgo hay bonitos hoteles que hospedan a los miles de asistentes a congresos y eventos que se llevan a cabo en la ciudad. Los visitantes tienen la oportunidad de cenar en restaurantes de primera calidad y de hospedarse en modernos edificios. Malmö cuenta con una playa en el centro de la ciudad, así como con buenos restaurantes, parques y la joya del diseño: Turning Torso, un rascacielos neofuturista que toma la forma de un ser humano girando sobre sí mismo.
Las familias eligen el centro de Suecia para vacacionar gracias a sus muchos parques de diversiones y de animales, de los que los niños pueden disfrutar mientras sus padres se relajan. Los atractivos principales son la reserva de alces de Gårdsjö y el parque de osos más grande de Europa, el Orsa Grönklitt. Para los fanáticos del ciclismo y las bicicletas de montaña, la región Dalarna es el sitio indicado. En Vermelandia se encuentra el parque acuático Vettenland Sunne. El centro de Suecia cuenta con muchos lagos, donde la pesca, el canotaje y los tours en bote por sus históricas esclusas y puentes son un atractivo irresistible. Un imprescindible para los amantes de la naturaleza son las cascadas de Njupeskar. La ciudad universitaria de Uppsala se describe como una encantadora ciudad pequeña con bonitos cafés, pequeños hoteles y tiendas. El legado del biólogo Carl von Linné puede verse aquí en el jardín botánico y también en un amplio abanico de museos.
Quienes buscan un espacio solitario, tranquilo y en medio de la naturaleza virgen, lo encontrarán en el norte de Suecia, donde no hay grandes ciudades sino pequeños pueblos repletos de tradición. Paisajes naturales y una gran mesa caliza caracterizan a los parques nacionales, donde la naturaleza pura de Laponia sueca se ve salpicada de trineos de perros y luce su espectacular aurora boreal. En los pequeños pueblos de la región pueden degustarse delicias locales, como quesos y otras especialidades hechas de semillas. Sundsvall es la ciudad más grande y se caracteriza por su industria maderera.
Fiestas: Suecia tiene bonitos eventos y festivales que realmente valen la pena. Entre ellos, por ejemplo, el festival de verano del 24 de junio y Vasaloppet, la carrera anual de esquí de fondo, una de las más importantes del mundo.
Cómo llegar: Debido a las distancias, la manera más conveniente y rápida de llegar a Suecia es en avión. Sus aeropuertos internacionales son dos: el Arlanda, en Estocolmo, y el Landvetter, en Gotemburgo. Aquí llegan vuelos directos desde distintas partes de España. Una vez allí, es recomendable alquilar un coche para poder conocer cada uno de sus encantadores rincones. En Suecia no existen carreteras de pago y el tráfico es muy seguro.