Playas de arena blanca, palmeras, almendros y cerezos, y también un imponente paisaje montañoso junto al mar caracterizan a Costa Blanca, en la costa de Alicante. En la arquitectura de los pequeños pueblos de pescadores puede descubrirse la influencia de la cultura morisca. Los hoteles de Costa Blanca se encuentran directamente junto a las animadas playas o en el corazón de la vivaz ciudad de Valencia. Quienes buscan sitios más tranquilos, no dudan en visitar destinos como Altea o Denia, en el que reinan los hoteles finca con techos bajos.
La hermosa localidad de Altea destaca por sus casas blancas, algunas de las cuales albergan excelentes hoteles, ateliers y galerías de arte. Pasando las calles adoquinadas y los acantilados, se llega a unos animados puertos pesqueros en donde los restaurantes sirven delicias frescas recién salidas del mar. En Denia se puede visitar el museo arqueológico, así como construcciones de los periodos del Renacimiento y del Barroco. Aquí también se hallan varias casas blancas con techos rojos, pero ningún gran complejo hotelero. Cruzando los arcos de la entrada a la ciudad se llega a Cabo San Antonio, que luce un precioso y romántico faro. Uno de los principales deportes de la zona es el buceo, que permite descubrir la diversa flora y fauna que alberga esta zona acuática protegida.
Para pasar unas clásicas vacaciones en la playa, practicando deportes acuáticos o no, el lugar indicado son los fabulosos balnearios de Benidorm y Calpe. Los alrededores de Calpe están repletos de montañas y viñas, además de un sinfín de hoteles con diversos servicios y a tan solo unos metros de la playa, que tiene más de 11 kilómetros de largo. Las familias prefieren dirigirse a Benidorm ya que cuenta con varias atracciones de tiempo libre, entre ellas el parque de diversiones Terra Mítica. Aquí las calles son muy amplias y perfectas para pasear o salir de compras. Los hoteles y cafés más modernos están a tan solo unos pasos de la costa.
La ciudad de Elche es una joya para los amantes de la naturaleza, ya que aquí se encuentra el único bosque de palmeras de Europa, que forma parte de la Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y está rodeado de impresionantes piezas arquitectónicas moriscas y barrocas. En Alicante se encuentran valiosas obras arquitectónicas sacras e históricas, como el Castillo de Santa Bárbara, con su imponente vista sobre la ciudad. La Explanada de España transmite un encanto singular y se muestra repleta de lujo a través de sus yates, cruceros y campos de golf. Quienes aman el chocolate no querrán perderse de visitar Villajoyosa, con sus casitas de colores y deliciosas creaciones en cacao.
Cómo llegar: La Costa Blanca está conectada con las principales capitales españolas, tanto por aire como por tierra. Hay varios vuelos nacionales que llegan hasta el aeropuerto de Alicante-Elche, pero quienes arriban a la Costa Blanca en coche tienen más libertad para pasear y detenerse ante los bonitos paisajes. Esta región cuenta con una excelente red de carreteras que conectan diferentes atractivos y sitios de interés.