Místico, prístino y lleno de leyendas encantadas: con sus densos bosques, arroyos balbuceantes y el legendario Brocken, el Harz es un Eldorado para excursionistas y amantes de la naturaleza. Pequeñas ciudades como Bad Sachsa, Torfhaus o Hahnenklee irradian una claridad realista que sólo puede encontrarse en el Harz. Las ciudades se caracterizan por sus coloridos entramados de madera (Wernigerode), castillos medievales como el Kaiserpfalz de Goslar y murallas, que se encuentran, por ejemplo, en la ciudad vorharziana de Osterode.