¿Qué tienen en común Hong Kong, Nueva York y San Gimignano? Muchos podrían pensar que absolutamente nada, hasta que miran hacia arriba. Allí descubren que lo que une a estas tres ciudades son los rascacielos. Mientras que las dos grandes metrópolis tienen el mayor número de rascacielos en la actualidad, San Gimignano fue la principal protagonista de las alturas en la Edad Media.
Al visitar la Toscana, este es uno de los destinos más atractivos y uno de los sitios casi obligados en el itinerario. La razón es tan sencilla como sorprendente: San Gimignano se diferencia de toda la región gracias a sus increíbles torres medievales. Esta joya de la Toscana cuenta con rascacielos que emergen imponentes y maravillan a los turistas. En lo alto de la colina, rodeada por murallas, se encuentran 14 torres (antiguamente eran 72) que fueron construidas por la familias de la aristocracia para dejar de manifiesto su riqueza y poderío. La más alta es la Torre Grossa, que se encuentra en la Piazza del Duomo y cuya construcción se inició el 2 de agosto del año 1300. Sus muros tienen dos metros de espesor y están construidos de ladrillos de piedra. Claro que, una vez que han subido sus 218 escalones, los turistas pueden disfrutar de una vista impresionante de la ciudad, con sus plazas, palacios, techos de color rojizo y, a la distancia, los viñedos del Chianti.
A unos 60km de Florencia, este enigmático pueblo ofrece no solo encantadores paisajes con torres, sino también una deliciosa cocina típica italiana. La localidad cuenta con la mejor heladería del mundo. La Gelateria Dondoli, conocida también como la Gelateria di Piazza, ha sido galardonada con varios premios y cuenta con diversos sabores, que van desde vinos espumosos hasta hierbas aromáticas. Entre los más recomendados cuentan la Crema di Santa Fina, el Sorbetto di Vernaccia y Dolceamaro. Tampoco se ha de olvidar que esta ciudad está localizada en la tierra del Chianti, uno de los tintos italianos más prestigiosos. Las bodegas de la ciudad cuentan con programas de degustación y maridaje, guiados por un enólogo especialista.
Al cruzar los dos portales que dan acceso al centro de la ciudad, se descubren las encantadoras calles adoquinadas de San Gimignano, repletas de pequeños rincones históricos y culturales. La Piazza del Duomo alberga varios atractivos turísticos, entre ellos, el Palazzo Comunale. Este precioso edificio es sede del museo cívico e invita a alimentar el buen gusto por el arte con importantes pinturas del arte sacro y la belleza del salón de Dante, llamada así tras la visita de Dante Alighieri. La Piazza della Cisterna es ideal para hacer una pausa en el recorrido y degustar los mejores helados del mundo mientras se observan las enormes torres que son símbolo indiscutible de la ciudad. Un imprescindible al visitar esta localidad es el paseo por la muralla, la forma perfecta de alejarse del bullicio turístico y disfrutar de la impronta medieval, hasta llegar a la fuente medieval. La ciudad también cuenta con un museo de arqueología y otro de la tortura.
Cómo llegar: La forma más sencilla de llegar a San Gimignano es saliendo desde Florencia. Desde allí se puede contratar un tour guiado, o viajar de manera independiente. Las opciones son combinar tren y autobús o viajar directamente en coche. En el segundo caso, se debe tomar la carretera Florencia-Siena hasta Poggibonsi y desde allí seguir las indicaciones hasta San Gimignano. Para llegar desde España, los aeropuertos cercanos son el de Florencia y el de Pisa. Una vez en el aeropuerto, es posible alquilar un coche.