Ludwig Böck fue un apasionado (y muy buen) esquiador. Quedó séptimo en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1928. Su amor por el esquí llegó tan lejos que cumplió un sueño con su esposa Theresia y construyó esta casa deportiva. Todos los huéspedes deberían tener la oportunidad de aprender a esquiar. Difícilmente podrían haber encontrado un lugar mejor para ello: en lo alto de la montaña y directamente en la pista. Hoy, los refugios se presentan como exclusivos chalés de vacaciones. Por la noche, la montaña es casi para ti solo y puedes disfrutar del panorama y la tranquilidad sin ser molestado en el balcón o junto a la chimenea.
Sí, el hotel ofrece aparcamiento gratuito a sus huéspedes: Espacio para aparcar
Todas las habitaciones cuentan con wifi gratuito.
El hotel cuenta con 4 habitaciones.
Check-in: 15:00 - 15:30 horas | Check-out: 08:00 - 11:00 horas