Portugal se caracteriza por la belleza de sus playas. Las olas del Atlántico bañan la costa de 900 km de largo. Esta se extiende desde la Costa Verde, situada en un norte de frondosos bosques y colinas, hasta el sur en Algarve, que cuenta con un sinfín de calas y paisajes fascinantes por descubrir. Ya sea que los turistas busquen practicar deportes acuáticos, ir de excursión, conocer la cultura o jugar al golf, todos encuentran lo que están buscando en los hoteles de playa de Portugal.

Hoteles de playa en Portugal: un vistazo a lo más importante

Portugal © Bela Vista Hotel & Spa - Relais & Chateaux

El preferido del sur: Algarve

Siempre que se piensa en hoteles de playa de Portugal, lo primero que se viene a la mente es Algarve: puestas de sol que parecen salidas de un cuento, arena fina y suave, un sinfín de calas y agua cristalina. Aquí, en el sur del país, las vacaciones en la playa y el deporte acuático son ideales para relajarse y desconectar del ajetreo de la ciudad. Los golfistas también se sienten como en casa: hay suficientes campos de golf para que todos puedan practicar su hoyo en uno. Ciudades costeras como Tavira o Loulé invitan a los viajeros a acercarse al trajín urbano por unas horas y a descubrir tesoros gastronómicos.

En el centro: playas rodeando Lisboa

Los hoteles de playa de Portugal de la Costa de Lisboa están cerca de la gran metrópolis. Los elegantes balnearios Estoril y Cascais se sitúan junto a una cala cerca de la playa. Los viajeros pasan sus horas de relax en las playas de arena fina hasta que llega el momento de ir de compras, salir de copas o visitar el casino para multiplicar los días de vacaciones.

La deslumbrante Costa de la Plata

Entre Lisboa y Porto se extiende la Costa de Prata (Costa de la Plata). Nazaré es la playa más amplia y cuenta con muchos hoteles de playa, donde se reúnen surfistas y otros deportistas acuáticos. La región tiene una amplia oferta en deportes acuáticos, un verdadero sueño hecho realidad para navegantes y buceadores. Desde el arrecife de 100 metros de altura y sobre la cala, se obtienen vistas maravillosas del mar. El interior guarda pequeñas ciudades, perfectas para una escapada en el día. El increíble monasterio Santa Maria da Vitória es un templo nacional. Fue erigido para celebrar la batalla que, en 1385, aseguró a los portugueses su independencia de Castilla.

El norte: Costa Verde y Porto

La Costa Verde hace honor a su nombre: al norte, la ciudad de Porto cuenta no solo con bonitas playas sino también con verdes colinas y frondosos bosques que componen su interior. Quienes buscan un hotel de playa tranquilo, están en el lugar indicado: Costa Verde es una de las regiones más pacíficas y naturales de la costa portuguesa. No muy lejos se encuentra la ciudad portuaria Porto, en la desembocadura del Duoro, que merece una visita y una degustación de su especialidad en vinos.

Portugal – su impronta

Mientras más al norte se llegue, más precipitaciones se encontrarán. En los meses de julio y agosto Algarve suele ser muy caluroso. Por ello se recomienda visitar esta región en otro momento del año.

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