Los hoteles de Dubrovnik, antiguamente conocida como Ragusa, ofrecen servicios para todos los gustos: piscina, acceso directo a la playa, área de spa y restaurantes con un menú croata ejemplar. Habitaciones amplias y luminosas, con balcón, vista al mar y servicio personalizado las 24 horas satisfacen a los huéspedes más exigentes. Además de tener fabulosas playas, Dubrovnik es escenario medieval y un imprescindible en la ruta por Croacia. Para disfrutar de la ciudad al máximo, es necesario tomarse el tiempo de caminar por sus calles y entre sus murallas, contemplando cada detalle y dejándose llevar por la historia que esconde entre sus fortalezas. Sus playas obsequian a los turistas con el ambiente perfecto para relajarse y estar en contacto con la naturaleza mientras adquieren un bronceado envidiable.
Declarada Patrimonio de la Humanidad, la ciudad de Dubrovnik se deja describir como de una belleza sin igual. El casco viejo (Stari Gardi) de Dubrovnik está totalmente rodeado por unas imponentes murallas, construidas en el siglo XIII. Stradun, la calle principal, atraviesa el barrio y lleva a los turistas desde la Puerta de Pile hasta la Plaza Luza, donde pueden apreciarse la Torre del Reloj y la Columna de Orlando. Tanto la iglesia de San Blas como la Catedral de la Asunción de la Virgen María, ambas de estilo barroco, destacan por sus increíbles altares de mármol. De visita casi obligada son el Palacio de Ponza, el Palacio del Rector y la Gran Fuente de Onofrio. La exposición de fotografías permanente –War Photo Limited- es testimonio artístico y triste recordatorio de la crudeza de la guerra que este país atravesó en los años 90. A corta distancia de la ciudad se encuentra el islote de Lokrum. Esta pintoresca isla es perfecta para hacer una escapada de un día. Su playa es la preferida por la comunidad gay y forma parte de un bello Parque Nacional que tiene varias especies de árboles. Se recomienda llevar algo para comer, ya que allí no se puede comprar comida. Claro que no faltan las playas en Dubrovnik: cerca del casco antiguo se encuentra la playa Danče y, delante de la puerta de Ploce, la playa Banje. Para hacer de las vacaciones una experiencia única, es importante elegir el hotel correcto. No es casualidad que Dubrovnik cuente con una amplia oferta, abarcando desde lujosos hoteles de 5 estrellas, pasando por modernos hoteles de playa, hasta aquellos con servicio de spa, perfectos para parejas.
Cada una de las playas de Dubrovnik tiene su encanto individual. Además de las playas cercanas al casco antiguo, hay muchas otras con características particulares que se recomiendan visitar al menos una vez. Por ejemplo, la Sveti Jakov es poco conocida por turistas y, como tal, una de las más tranquilas. Además, obsequia a sus visitantes con impresionantes vistas de la ciudad y de la isla de Lokrum. Veliki Zal, en Brescine, es una cala más bien pequeña que se caracteriza por tener una densa vegetación, arena fina y aguas cristalinas. Lapad es un conjunto de playas consecutivas que invita a dar largas caminatas para conocerlas todas y así elegir aquella donde uno se encuentre más a gusto. Otras playas, igual de bonitas y encantadoras, se encuentran un poco más alejadas de Dubrovnik. Entre ellas, se encuentran las del pueblo de pescadores Cavtat, la isla de Lopud y la isla de Korcula.
Que describan a Dubrovnik como “la perla del mar Adriático” no es casualidad, y es que su belleza, esplendor y elegancia no tienen punto de comparación. Cada vez más concurrida por la alta sociedad, Dubrovnik se ha transformado, poco a poco, en un destino chic y de alta categoría. Sus hoteles han seguido esta tendencia y ofrecen un servicio de lujo sin igual. Las mejores vistas de la ciudad pueden contemplarse al caer el sol, desde lo alto de las murallas que rodean el casco antiguo.