París es una de las ciudades más fascinantes del mundo. Aquí se unen el arte moderno, la historia centenaria, escritores e intelectuales con modelos, grandes personalidades de la política y de la vida académica. Una fusión que, junto con un especial sentido de la belleza, da lugar al estilo único parisino. Glamorosa y elegante en el oeste, alternativa y a la moda en el este, cada uno de los 20 distritos de París tienen un carácter y encanto singulares. No solo vale la pena visitarla por sus tradicionales atractivos como la torre Eiffel y el museo del Louvre, sino también por su gastronomía de alta categoría y su estupenda historia.
El distrito 3 de París está a la moda y marca tendencia. Sus históricas y estrechas calles ofrecen cafés, galerías, boutiques, museos y antiguos restaurantes de cocina kósher (todo ello en los alrededores de la rue des Rosiers) donde tomarse un descanso y disfrutar del día.
Comunidad judía: Le Marais es un barrio a la moda y hogar de la comunidad judía de París, llamado pletzl. Sus librerías, carnicerías y tiendas le dan un carácter especial a la zona. La sinagoga Art Nuveau de Hector Guimard y la Pace de Vosgues con sus casas de paredes entramadas merecen una visita.
Museos y galerías internacionalmente conocidas: El Centre Pompidou y el Museo de Picasso son los dos museos famosos del pletzl de París. El Centre Pompidou, que se caracteriza por su curiosa fachada y sus exposiciones que varían continuamente, es el segundo museo más visitado del mundo. El primero es, por supuesto, el Louvre. Por su parte, el norte de los arrondissements cuenta con tradicionales galerías francesas.
Shopping urbano y perfumerías: Sin importar si prefieren ropa urbana de A.P.C. o prendas de diseño exclusivas de John Galliano, Ann Demeulemeester & Co. (L’Eclaireur) aquí los turistas encuentran todo lo necesario para renovar sus armario con los estilos más buscados. Aquellos que quieran viajar con el olfato podrán visitar una de las muchas perfumerías, como las de L’Artisan Parfumeur y Fragonard. Cafés, cocina kósher y comida al paso: Las opciones gastronómicas son infinitas. Mientras salen de compras o pasean por la ciudad, los turistas encuentran un café en cada esquina de Marais. El café sabe mejor si se bebe en una terraza, pero hay quienes prefieren un café para llevar y pasearse entre los hípsters del barrio. Si el apetito llama, pueden optar entre restaurantes kósher o chiringuitos de falafel en la rue des Rosiers.
Cócteles y vida nocturna: Por la noche, los fashionistas del barrio se encuentran en bares como el “Andy Whaloo” (rue des Gravilliers). Muchos bares sirven, además de cócteles y bebidas, platos pequeños y picadas. Si el clima acompaña conviene sentarse al aire libre hasta que llega la hora de los DJs, que hacen que todos quieran moverse al ritmo de los últimos hits. Tras una noche de fiesta, nada mejor que descansar en un buen hotel. El Hotel Duo se encuentra en la rue du Temple, a tan solo unos metros de los restaurantes y bares más concurridos.
El distrito del Louvre conforma el corazón de París. El Louvre es una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad. Estupendas boutiques y clásicas tiendas de diseño se encuentran en la rue St. Honoré, mientras que los jardines y parques de alrededor invitan a relajarse.
Arte en el Louvre: El Louvre es casi una ciudad dentro de otra. Desde hace siglos se acumulan y exponen aquí obras artísticas y antiguos objetos. Actualmente, el museo tiene más de 60 000 metros cuadrados y es tan grande que uno podría perderse. Aun así, verdaderamente vale la pena visitarlo.
Shopping urbano: El joven jet set parisino sale de compras en la rue St. Honoré y las calles aledañas. Una de las tiendas de tendencia es “Colette”, una tienda de ropa de concepto donde se venden tenis en versión limitada y prendas de diseño japonés. En los arcos del Palais Royal se encuentran tiendas de marcas vanguardistas como Rick Owens y Margiela.
Shopping de lujo: En los alrededores de la Place Vendôme se sitúan algunas de las tiendas más elegantes y costosas de París. El camisero Charvet atiende desde hace varios años a los hombres de Estado franceses, y ha tenido la oportunidad de tomarle las medidas también a Kennedy. Además, aquí se encuentran joyerías del calibre de Van Cleef et Arpel, Cartier y Boucheron.
Snacks y dulces: A lo largo de la rue St. Honoré hay muchas tiendas pequeñas que preparan sándwiches y pequeños tentempiés. Quienes tienen un paladar dulce y se inclinan por el chocolate, querrán visitar al chocolatier Michel Cluizel, que vende algunos de los mejores chocolates y tortas de París.
Antigüedades y curiosidades: Un paraíso para los coleccionistas de muebles, los aficionados a la porcelana y a los objetos decorativos antiguos: 250 tiendas de antigüedades se encuentran en el Louvre des Antiquaires (2 pl du Palais-Royal) y ofrecen desde soldaditos de peltre hasta muebles de la época de Luis XV.
El barrio de estudiantes [Quartier Latin](/hoteles-barrio-latino-de-paris "Hoteles en el Quartier Latin de Paris) se emplaza en el distrito 5, rodeando la Sorbona. Este se presenta aun hoy como alguna vez lo conocieron Hemingway y George Orwell: encantador, estrecho, repleto de tiendas pequeñas, panaderías, anticuarios y los cafés más ubicuos de París (rue Mouffetard).
Calles antiguas y ambiente universitario: El barrio, con sus muchas calles estrechas y rincones escondidos, todavía no ha logrado librarse de los trabajos de renovación y modernización, pero aun así invita a los turistas a pasear y conocerlo. Aquí no solo se encuentra la presunta calle más estrecha de París (Chat-qui-Pêche), sino también una de las iglesias góticas más hermosas de la ciudad – la Eglise St.-Séverin – y la Universidad de París (la Sorbona).
Cocina rápida y alta cocina: En los muchos bistrós y restaurantes de las calles perpendiculares a la rue Mouffetard se encuentra algo para cado gusto. Ya sea que prefieran comida de estudiantes, cocina asiática, pizzerías o alta cocina, en el internacionalmente reconocido restaurate La Tour d’Argent, todos encuentran aquello que su paladar ansía.
Salones de té: Además de sus muchos cafés, el barrio está repleto de salones de té que se han vuelto cada vez más populares en los últimos años. Algunos de los más hermosos se encuentran en el arrondissement 5. Los salons de thé tienen estilos que varían desde el clásico británico (The Tea Caddy, rue St-Julien le Pauvre) hasta el estilo norteafricano (la Mosquée de Paris, en la mezquita central de París).
Shopping literario: Shakespeare & Company, situada en la rue de la Bûcherie 37, predomina como una de las librerías anglófonas más conocidas de París. Su fundadora fue la primera en publicar el libro Ulises, de Joyce, en 1922. Incluso hasta el día de hoy esta librería se caracteriza por sus muchos libros apilados hasta el techo. Quienes se sientan a leer allí pueden sentir cómo el tiempo se detiene mientras disfrutan de las estupendas obras de autores norteamericanos y británicos.
Hacia finales de la Segunda Guerra Mundial, los intelectuales y escritores, entre ellos Sartre y Simone de Beauvoir, se reunían en las terrazas de los cafés del [St-Germain-des-Prés](/hoteles-st-germain-des-pres-paris Hoteles en St-Germain-des-Prés") en el arrondissement 6. Actualmente, el distrito reúne mueblerías, lujosas marcas de diseño y distinguidos restaurantes en el aun suntuoso bulevar (Boulevard St. Germain).
Comer junto al jet set parisino: Quienes quieren encontrar a estrellas y personalidades parisinas durante el almuerzo o la cena se dirigen a Café du Flore, a Les Deux Magots o a la Brasserie Lip. Aquí se come y se bebe junto a los parisinos más chic, en una típica combinación parisina de intelectuales, periodistas y diseñadores, justo antes de salir a disfrutar de la vida nocturna de la capital francesa.
Shopping de diseño: Uno de los mejores lugares para pasear en la ciudad es a lo largo del bulevar. Especialmente en la parte superior hay pequeñas boutiques y tiendas que venden tanto ropa urbana como moda de lujo. En la parte inferior se encuentran filiales de todas las marcas conocidas en el ámbito del diseño y la cocina.
Nuevo paseo de galerías: A pesar de que ya existen las conocidas galerías de Le Marais, en los últimos años este distrito también ha comenzado a crear su propia demanda de galerías de arte. Entre ellas, las de Kamel Mennour y Fabienne Leclerc garantizan espectaculares exposiciones que atraen la atención de coleccionistas de todas partes del mundo.
Parques y espacios verdes: El Jardin du Luxembourg es un extenso parque que invita a pasear y disfrutar del verde naturaleza. Formado por terrazas y caminos de grava, arreglos de estilo inglés y varias esculturas, este es uno de los parques más visitados cada verano.
El distrito más elevado de París es el 18, y atrae a cientos de turistas cada día. A pesar de las grandes masas de visitantes, el distrito Sacré-Coeur ha logrado mantener su encanto romántico. En los alrededores del famoso teatro de Moulin Rouge se sitúa un sinfín de tiendas eróticas, clubes y bares.
Turismo clásico: Claro que el atractivo principal del distrito es el mismísimo Sacré-Coeur, que se impone desde las alturas. Aunque los escalones hasta la cima están abarrotados de vendedores y turistas, la vista verdaderamente vale la pena. En el barrio vecino de Pigalle se sitúa el Moulin Rouge. Aquí aun hay espectáculos de baile, aunque el matiz escandaloso que tenía en cabaret en 1980 ya se ha disipado.
Pub y club crawling: En los alrededores del Moulin Rouge, además de diversas tiendas eróticas, hay una gran cantidad de clubes y bares muy de moda que abren sus puertas para un público especialmente joven. El ambiente de barrio rojo se puede disfrutar yendo de bar en bar durante toda la noche.
Locales para turistas y platos a buen precio: Debido a que Montmartre pertenece a uno de los barrios más visitados por turistas, se recomienda tener especial precaución al momento de elegir un restaurante, ya que se puede acabar comiendo en unos de los típicos “locales con precios turista”. Para buenos platos y a buen precio, lo ideal es elegir uno de los restaurantes en la Rue des Trois Frères.
Hoteles en Montmartre: Quienes buscan un hotel entre las zonas de Montmartre y Champs-Élysées pueden dormir, por ejemplo. Cada una de sus habitaciones es un nuevo universo de colores. Gracias a su estupenda ubicación en Montmartre, este hotel de ciudad está a tan solo unos pasos de las galerías Lafayette.
Las elegantes calles parisinas se extienden formando una estrella cuyo centro se encuentra en la Place Charles de Gaulle. Aquí sale de compras el jet set internacional y en sus hoteles se hospedan autoridades y famosos. También se encuentran varios de los mejores restaurantes de la ciudad. Los atractivos culturales tampoco faltan, entre ellos el Grand Palais y el Petit Palais, en el arrondisement 8. Del otro lado del río se halla el arrondisement 7, con el símbolo indiscutible de París: la torre Eiffel.
Turismo en los Campos Elíseos: Entre franceses, esta es conocida como la avenida más bella del mundo. En su extensión, conecta al Arco del Triunfo con la Place de La Concorde. Al caer el sol, la avenida se ilumina completamente y realmente vale la pena visitarla.
Templo gourmet: En los alrededores del Champs-Élysées se encuentra varios de los mejores restaurantes con estrellas de París. Alain Ducasse, uno de los chefs más conocidos, sirve sus platos en el Hôtel Plaza Athénée. Quienes deseen comer aquí deberán hacer su reserva con mucha anticipación.
Noche glamorosa: Para bailar entre actores, modelos y diseñadores, el sitio indicado en la disco Le Baron, conocida por su exclusiva combinación de glamour y excesos. Donde antes se reunían los mafiosos rusos, ahora fluye el champán desde que fue adquirido por el artista de arte urbano André.
Torre Eiffel: En el Campo de Marte, al otro lado del Sena, se encuentra vis-a-vis el símbolo indiscutible de la ciudad parisina. La torre Eiffel, de 300 metros de altura, fue construida entre 1887 y 1889 por Gustave Eiffel para lucirse durante las Exposiciones Universales. La construcción de hierro forjado pesa más de mil toneladas y atrae varios millones de turistas cada año, que disfrutan de las vistas de la ciudad que ofrecen sus 3 plataformas. Visitarla durante la noche es una experiencia espectacular entre luces y el escenario parisino nocturno.
Antiguo escenario de conflictos, el barrio de la Bastilla reúne hoy tiendas de diseño y boutiques con moda joven. Restaurantes de alta calidad con buenos precios y bares invitan a los turistas a disfrutar de la noche parisina, que se compone de estudiantes, gente de fiesta y artistas del arrondisement 11.
**Turismo histórico: La Toma de la Bastilla, que marcó el comienzo de la Revolución francesa, fue uno de los eventos más importantes de la historia francesa. Sin embargo, ya no se puede ver nada de la cárcel, que fue destruida dos días después de la toma. Actualmente, solo pueden conocerse algunos restos de la demolición sobre el suelo de la plaza que lleva el mismo nombre.
Fiesta, alternativa y clásica: Durante los fines de semana, las calles de los alrededores de la Bastilla estallan de público joven y alternativo, que se mueve de bar en bar. En el norte, en dirección hacia la Rue Oberkampf, se reúne un público de más edad que disfruta de la noche en bares y locales más tradicionales.
Mercados locales: En París hay un sinfín de mercados que suelen abrir sus puertas desde la mañana y hasta las primeras horas de la tarde. Uno de los más grandes es el mercado de la Bastilla, en el que pueden encontrarse deliciosas delikatessen como queso parisino, aves de corral y pescado. Tan solo un paseo por los stands del mercado le hará agua la boca.
Multicultural: Antiguo barrio de trabajadores y migrantes, Bastilla da la bienvenida cada vez a más familias jóvenes y mentes creativas, que traen consigo una combinación de talleres y galerías por doquier. Quienes quieran conocer este atractivo ambiente de cerca, podrán hacer su reserva en el hotel de diseño Mama Shelter Paris.
Descentralización: París es una ciudad descentralizada con 20 barrios que se distribuyen en forma de espiral alrededor del primer distrito. Muchos de los arrondisements tienen pequeños centros individuales o paseos con boutiques, grandes y pequeñas tiendas y cafés. Los verdaderos paseos de compras se encuentran en el Louvre y a lo largo de la avenida Champs-Élysées.
Escena gourmet: Ya todos conocen el prestigio de la cocina parisina, que se renueva cada año con la premiación con estrellas Michelin que reciben los restaurantes de la escena gourmet local. Lejos de desaparecer o volverse aburrida, la cocina de París se renueva constantemente. París cuenta con 9 de las 26 estrellas Michelin que se distribuyen por toda Francia.
Capital de la moda: La moda es tan importante en París como lo son el Louvre y la torre Eiffel. Aquí no solo se encuentran dos veces al año los fashionistas y aficionados a la moda de todas partes del mundo, sino que también muchos residentes parisinos visten alta costura y un estilo que atrae miradas durante todo el año. Con lujo, estilo y buen gusto, los turistas pueden lograr un apariencia parisina durante una tarde de compras en la ciudad.
París a pie y en bicicleta: La mejor manera de conocer París es a pie o en bicicleta. La ciudad ofrece un servicio de alquiler de bicicletas para toda la familia con la que puede recorrerse la ciudad durante 24 horas. El sistema de transporte público de París tiene excelentes conexiones y es confiable. También lo es el servicio de buses. Se pueden adquirir tickets para toda la semana o el mes completo.
Cómo llegar: La forma ideal de arribar a París es por aire. Los aeropuertos de París son tres: Charles de Gaulle (CDG), Orly (ORY) y Beauvais (BVA), y todos cuentan con excelentes conexiones de transporte público con el centro del aeropuerto. Para utilizar este servicio, primero se debe adquirir un ticket de metro especial.