Sicilia, sinónimo de verano desde abril hasta octubre, de ostentosos templos, extensas playas, lagos idílicos, grutas para ir de aventura y un volcán humeante. La isla más grande del mar Mediterráneo es un encuentro de contrastes. Aquí se encuentran aromáticos naranjos en relieves escarpados y bulliciosas metrópolis en la cima de idílicas montañas. En ningún otro rincón del mundo la población ha dejado tal herencia de obras maestras. La región del sur italiano atrae a los amantes del verano, a viajeros activos y a fanáticos de la historia del arte.
La peña se ve interrumpida por playas arenosas y bahías con guijarros, a su alrededor, las plantas florecen. La costa este de Sicilia cautiva con sus paseos, sus brillantes naranjos y uno de los escenarios antiguos más bonitos del mundo, el Teatro Greco. Los destinos vacacionales alrededor de Taormina reciben a turistas extranjeros e italianos por igual durante los meses de verano.
Playas y centro turístico: calles medievales, estrechas escaleras y los aromáticos jazmines y adelfas hacen de Taormina uno de los destinos vacacionales más preciosos y visitados de Sicilia. En los jardines traseros crecen naranjos y limoneros, detrás de ellos se eleva el Etna. Ni siquiera la gran confluencia de turistas puede con su belleza. El paseo adoquinado de Corso Umberto y la terraza Piazza IX Aprile se encuentran rodeados de cafés y restaurantes en los que se pueden degustar delicias regionales hasta tarde. Quienes deseen observar este bonito lugar desde las alturas deberán ir hasta el pueblo de montaña Castelmola. Allí, la vista de la costa y la península Isola Bella es particularmente hermosa. El funicular se desliza desde Taormina hasta Mazzaro, con sus populares bahías donde los turistas pueden bañarse. Desde allí y hasta Letojanni, el paisaje se compone de bahías de arena e islas rocosas. La alta sociedad se reúne en bares, restaurantes y tiendas de recuerdos de Giardini Naxos, el balneario más moderno, ubicado al sur de Taormina. Otro gran atractivo turístico está compuesto por Messina, en el norte. Entre sus maravillas cuentan su catedral, con el reloj mecánico más grande del mundo, y la iglesia Santissima Annunziata dei Catalani, construida en el año 1100.
Antiguos escenarios con vista al Etna: construido por los griegos para sus espectáculos teatrales y reconstruido por los romanos para sus peleas de gladiadores y, actualmente, escenario del festival de cine… El Teatro Greco, del siglo II a. C., es símbolo taorminesi y ofrece las mejores vistas sobre el volcán Etna.
Caminata por las gargantas: a tan solo 15 kilómetros de Taormina, hacia el interior, se encuentra una maravilla natural, donde el río Alcántara se ha abierto paso a través del basalto hace varios miles de años. La garganta de Alcántara, de aproximadamente 20 metros de profundidad, es un imán para los turistas.
Extensas playas, bahías calizas y bosques de pinos dan su particular carácter a la costa. En su interior pueden visitarse ciudades bulliciosas y el templo siciliano más espectacular. Agrigento, compuesto por pueblos tradicionales con iglesias de estilo barroco, es el paraíso para surfistas y bañistas. Este destino es ideal para quienes deseen combinar sus vacaciones en la playa con un ambiente cultural.
El valle de los Templos y arqueología: el valle de los Templos en Agrigento da un toque especial a las vacaciones en Sicilia. Desde la entrada, el Templo de Hera domina el paisaje con sus más de 2500 años de antigüedad. El Templo de la Concordia resulta aun más impresionante: construido en el año 430 a. C., este es uno de los templos mejor conservados de la cultura griega. Hacia el oeste se deja descubrir el Templo de los Dioscuros, símbolo de Agrigento y protagonista de las mejores fotografías y postales del lugar. Otro de los atractivos imprescindibles es el museo arqueológico, que exhibe hallazgos realizados en la región en orden cronológico.
Vida en la playa: en la noche, el casco antiguo de Agrigento se viste de fiesta, durante el día, italianos y turistas peregrinan hacia la playa de San Leone, Meca de los fieles al sol y al surf. Gracias al rompeolas que ha sido situado en medio del mar, el agua llega a la orilla muy tranquila, ideal para los niños. Los surfistas adoran el viento de San Leone, el sector reservado para estos deportistas no tiene un rompeolas. A lo largo del paseo marítimo se ubican diversos restaurantes y discotecas orientados a un público joven y muy activo. Justo debajo de la ciudad antigua, en el pequeño Realmonte, se localiza una playa de ensueño llamada Scala dei Turchi, coronada por preciosas formaciones rocosas. Su particular forma cautiva a miles de turistas y otros curiosos. Cerca de la playa, en una casa de campo histórica, descansa el romántico Hotel Masseria Agnello. Continuando hacia el oeste, un pequeño pueblo costero vuelve a la vida durante los meses de verano. El asentamiento griego Eraclea Minoa (fundada en el siglo VI a. C.) se encuentra en una de las playas más fascinantes de Sicilia, protegida por dunas y bosques de pinos. Otro punto de encuentro para los amantes del sol es la playa Sciacca, a unos 5 kilómetros de allí. Su encantador puerto de pescadores, los restos de sus fachadas barrocas y su baño termal de la era romana hacen de este un sitio único.
Tradicionales destinos de montaña: desde Palma de Montecchiaro, en la costa, se llega al magnífico Naro. Una pintoresca localidad de montaña atravesada por estrechas calles, iglesias con estilo barroco y las ruinas del castillo de Chiaramonte. Desde aquí se puede disfrutar de una excelente vista del paisaje natural. Enna, situada en el corazón de Sicilia, es una de las visitas imprescindibles para quienes deseen conocer la historia romana, cartaginesa y árabe. Nadie querrá perderse la catedral Maria della Visitazione, construida en 1307, destruida en 1446 y reconstruida en el siglo XVIII con una estupenda fachada de estilo barroco. Durante las procesiones anuales peregrinan hasta allí miles de habitantes de la isla, ya que esta es su protectora. Continuando hacia el oeste, cerca de la ciudad Piazza Armerina, espera una obra maestra del mundo antiguo: la Villa Romana del Casale, con su piso de mosaicos perfectamente conservados.
Lago volcánico: no muy lejos de Enna se sitúa el lago di Pergusa, el único lago natural de Sicilia. Esta fuente de agua tiene un origen volcánico y tiene la forma de un círculo casi perfecto. En 1991, los alrededores de estas aguas repletas de mitos han sido declarados como área natural protegida con la intención de conservar la diversidad de su fauna. En 1961 se construyó el autódromo di Pergusa, de unos 5 kilómetros de extensión.
Viñedos repletos de uvas Marsala, blancos jardines de sal con molinos de viento y el Parque Nacional Zingaro. Este extraordinario paisaje en las cercanías de Trapani es perfecto para ir de excursión y relajarse. Lejos del turismo masivo, esta región cautiva con sus pueblos de montaña, sitios arqueológicos y el encanto árabe.
Naturaleza y sitios con encanto: en el interior se puede contemplar un paisaje montañoso con olivares y viñedos, en una costa con vertiginosos peñascos y hermosas bahías. La playa de guijarros de Scopello, en el noroeste, es particularmente linda. Mientras que, cerca de allí, San Vito Lo Capo cautiva con sus playas blancas y el azul del mar. Salinas blancas y antiguos molinos de viento salpican el paisaje entre Trapani y Marsala. En el hogar del famoso vino de postre, el viento oriental surca las calles, testimonio de los dos siglos en que estuvo bajo el dominio de los árabes. En Marzaro del Vallo, el puerto pesquero más grande de Sicilia deleita a sus comensales no solo con un pescado de primera sino también con un sabroso cuscús. Las islas Egadas lucen preciosas playas y sirven un menú delicioso. Aquí la pesca de atún se lleva adelante con un antiguo ritual que resulta en un gran espectáculo para los turistas. En tan solo 15 minutos se puede llegar a las islas Favignana y Levanzo con un bote a motor que se puede tomar desde Trapani. Por otro lado, viajando en teleférico durante unos 10 minutos, se llega al pueblo medieval Erice, que posee el mismo nombre que la montaña sobre la que se erige. En sus calles adoquinadas se hallan construcciones normandas, góticas y romanas. Aquí parece que el tiempo se hubiese congelado, esta es una de las localidades sicilianas más antiguas.
Arqueología: al sur del Parque Nacional Zingaro, en medio de los viñedos, se erigen los cimientos del templo de Segesta, cuya construcción nunca ha sido finalizada. A una corta distancia, en el Monte Barabaro, se encuentra el teatro greco-romano. Por su parte, la pequeña isla de Mozia puede visitarse con un breve viaje en barco. Aquí, los arqueólogos han encontrado un asentamiento fenicio que data del siglo XIII a. C. Mientras tanto, en el suroeste, en Selinunte, se halla un extenso sitio arqueológico, situado sobre una cadena montañosa y a los pies de vastas playas de arena.
Parque Nacional: un acantilado que parece pintado con maravillosas bahías, aguas de un color azul caribe y un sinfín de plantas caracterizan la belleza del Parque Nacional Zingaro. Este enorme área del noroeste fue puesto bajo protección, por lo que los coches están prohibidos. El sitio ideal para quienes disfrutan de las excursiones a pie.
Muchos italianos eligen estas bonitas playas de arena fina para pasar sus vacaciones. En su centro se oculta un atractivo especial para los turistas: la pintoresca Cefalú y una hermosa laguna azul. Los senderos para caminar dirigen a los visitantes a través de preciosos paisajes con caballos salvajes. Desde Milazzo se pueden visitar las islas de Lípari.
Playas y sitios turísticos: Cefalú es uno de los destinos costeros más hermosos de la isla, compuesto por calles medievales, una catedral normanda y bonitos puertos. La inmensidad de la playa se ve cubierta por las familias italianas que llegan los fines de semana. Ninguna de ellas quiere perderse la posibilidad de visitar Santo Stefano di Camastra, a 40 kilómetros de distancia. En esta ciudad la cerámica lo es todo. A lo largo de la Via Nazionale se ubica un sinfín de tiendas con maravillosas obras artesanales en colores vivos provenientes de más de 50 talleres locales. Hacia el este, la iglesia de peregrinación reina desde las alturas del Capo Tíndaris con su grandeza y su virgen negra bizantina. La ciudad de Tíndaris fue construida en 396 a.C., para ser destruida por los árabes más tarde. Desde las alturas del peñasco de 250 metros, los visitantes pueden ver las lagunas de Oliveri, con su arena blanca y un mar turquesa, estas playas conforman uno de los paisajes más increíbles de Sicilia.
Senderismo y fauna: los senderos para excursiones están demarcados y dirigen a los turistas más aventureros por la Madonia al interior de Cefalú y a través de los boscosos montes del parque de Nebrodi, en Capo d’Orlando. La excursión incluye pastos de un verde intenso, pintorescos pueblos de pastores y muchas fuentes naturales de agua. En ningún otro lugar de Sicilia hay tantos animales como en este área protegida. Aquí cantan más de 100 especies de pájaros, mientras que los jabalíes se esconden entre los matorrales y los caballos salvajes muestran su grandeza.
Turismo volcánico: a una distancia de entre 20 y 60 kilómetros desde la costa sobresalen las islas Eólicas de la superficie del mar. Estas siete hermosas islas pueden visitarse con un bote que sale desde Messina o Milazzo. A pesar de que todas ellas son de origen volcánico, no son para nada iguales. Lípari da la bienvenida a sus visitantes con playas de ensueño, grutas y antiguar ciudades. Mientras que aquí pueden hallarse solamente bares y boutiques, Stromboli es conocida principalmente gracias a su turismo volcánico y sus ascensos. El volcán, que lleva el mismo nombre, de vez en cuando aun escupe lava, un espectáculo digno de ver en medio de la noche con un cielo oscuro de fondo. La isla más próxima es Vulcano, donde el aire está dominado por un fuerte olor a azufre. Sin embargo, muchos turistas llegan aquí especialmente en verano para ver el volcán activo y darse un baño en los hoyos de azufre. En cambio, la isla Salina brota, florece y aromatiza, ideal para dar un paseo en la naturaleza. Allí también se encuentra el pequeño hotel de 5 estrellas Capofaro Malvasia & Resort. Este establecimiento lleno de estilo se encuentra a los pies de un viñedo y casi directamente junto al mar. EL paisaje de la isla Panarea, que está de moda, se compone de casitas blancas y recibe cada vez más famosos y personalidades internacionalmente conocidas. Por el contrario, Filicudi es un lugar muy apacible, ideal para todos aquellos que deseen descansar y bucear en las grutas. Alicudi es aun más silencioso, allí hay nada más que 100 habitantes. Una aventura de ensueño para los viajeros individuales.
Palacios de estilo barroco, coloridos mercados e iglesias de cúpulas rojas, rodeados de un tráfico intenso y bullicioso. En medio, la ópera italiana más grande, situada muy cerca de la imponente catedral. Las fachadas, algunas como nuevas y otras desmoronadas, se encuentran muy juntas entre sí en la bulliciosa ciudad de Palermo. Este es el corazón de Sicilia.
Arquitectura y cultura: a un lado, fachadas que se desmoronan, al otro, las perlas arquitectónicas más exquisitas. Palermo maravilla a los visitantes con sus edificaciones de la población normanda y la influencia de los soberanos árabes. El casco antiguo está repleto de atracciones. En primer lugar, el impresionante palacio de los Normandos con su capilla palatina del año 1132. Merece especialmente la pena ver el arte de la madera tallada en el techo, así como los mosaicos bizantinos en la cúpula. Otro imán para turistas es la catedral Maria Santissima Assunta, la iglesia más importante de la ciudad, construida entre 1184 y 1185 y reconstruida en varias oportunidades. Hacia fines del siglo XVIII se agregó su cúpula barroca. Esta catedral conserva las tumbas de Enrique VI y Federico II el Grande, de la dinastía Hohenstaufen. Una visita imprescindible es la iglesia San Giovanni degli Eremiti (construido en 1136), cuyo claustro está rodeado de mimosas sensitivas e higueras. El Teatro Massimo, de estilo neoclásico, es la tercera ópera más grande de Europa, con más de 3200 lugares. Por su parte, el museo arqueológico regional Antonio Salinas, cuenta con elementos que van desde la prehistoria siciliana y llegan hasta la época tardorromana. Un aspecto imprescindible de la cultura siciliana son sus famosas marionetas, cuyos espectáculos representan toda una experiencia.
Mercados con encanto árabe: una mezcla de voces, colores y aromas. Diversos mercados caracterizan a la ciudad, como el mercado de Ballaró en el humilde barrio de Albergheria. Su ambiente es el testigo viviente del antiguo gobierno árabe. Quienes deseen vivir personalmente el espíritu palermitano deberán recorrer las estrechas calles de la Piazza San Domenica, en la que productores regionales y pescadores venden el fruto de sus esfuerzos en el gran mercado La Vuccirìa. La historia se repite en el Mercato di Capo, un sitio espectacular repleto de antigüedades, vestimenta, pescados y especias. Ambos mercados gozan de una excelente reputación gracias a sus deliciosos platos listos, entre los que cuentan las especialidades locales de pulpo y las tradicionales panelle (frituras de harina de garbanzo).
Entretenimiento y comida regional: una incontable cantidad de restaurantes y bares rodea la Piazza Marina y la Via Isidro. La Via Pannieri es conocida por las delicias de “Il Maestro del Brodo”. Los mejores pescados se comen en “Piccolo Napoli”, mientras que la “Antica Foccaceria S. Francesco” sirve los típicos platos sicilianos de pan con pulmón y bazo.
Cultura en Monreale: la ciudad de montaña de Monreale se encuentra cerca de Palermo y es el destino favorito de muchos turistas que desean hacer una escapada rápida. Su atractivo principal es la imponente catedral Santa María, construida entre 1172 y 1176, cuyo diseño deja entrever influencias árabes, normandas y romanas. Al ingresar en su interior, se debe dirigir la vista hacia arriba: Los brillantes mosaicos dorados representan las historias del antiguo y del nuevo testamento sobre una superficie de más de 6000 metros cuadrados.
Edificios barrocos de color negro profundo, un mercado de pescado colorido y calles agitadas pavimentadas con roca de lava. La segunda ciudad más grande de Sicilia, Catania, se caracteriza por ser vivaz y bulliciosa tanto de día como de noche. Sus extensas playas dan la bienvenida a habitantes locales y a turistas extranjeros por igual. En el interior despide humo el volcán activo más grande de Europa.
Ciudad de lava y cultura: muchos de los palacios barrocos de la ciudad tienen un característico color negro profundo, sin embargo, no existe nada que se parezca a la sensación de tristeza en este lugar. En el año 1669 la lava enterró algunas partes de Catania; en 1963, un terremoto se encargó de destruir lo que quedaba. Durante los siglos siguientes, los pobladores se encargaron de reconstruirla con un estilo barroco y utilizando piedra de lava. El corazón de la ciudad está conformado por la Piazza del Duomo, con su Fuente del Elefante y la catedral Santa Águeda, que alberga la tumba del compositor Vicenzo Bellini. También se recomienda visitar el castillo Ursino, construido en el año 1239, que alberga el Museo Cívico con hallazgos locales.
Vida nocturna: en la noche, el casco viejo de Catania se transforma en un restaurante a cielo abierto: las calles se ven invadidas de mesas y se cierran para dar paso a los peatones. Alrededor de la Piazza Bellina los turistas y locales se mueven de bar en bar y disfrutan de la vida nocturna siciliana. A lo largo de la costa se reúne el público más joven, en su mayoría estudiantes. Uno de los clubes más conocidos es el McIntosh (en Via Vittorio Emanuele).
De compras en la ciudad y mercado de pescado: la calle de compras número uno de Catania es la Via Etnea, junto con sus callejones aledaños. Allí se encuentran varias boutiques y tiendas de ropa, como “La Rinascente”. Allí mismo se encuentra el hotel boutique UNA Hotel Palace. Su atractivo principal es la terraza, desde la que puede verse toda la ciudad, hasta el Etna. Quienes buscan los mejores precios no dudarán en dirigirse al gran mercado. Aquí hay diversas ofertas en objetos para el hogar y ropa, pero también en vegetales y carnes. Le sigue el mercado de pescado, cerca de la plaza de la catedral. Aquí los puestos se sitúan unos juntos a otros y perfuman el ambiente con el característico olor a sal y agua.
Paisaje volcánico y balnearios: la roca volcánica negra y curiosas agujas de basalto en el agua hacen de la costa ciclópea un lugar único. Hoteles y pensiones de todas las categorías se apiñan a lo largo de la costa. El complejo vacacional de Acireale es conocido por encontrarse en una enorme meseta de basalto a 160 metros sobre el nivel del mar. El idílico pueblo pesquero de Santa María La Scala es famoso por sus buenos restaurantes de pescado y por sus preciosas vistas. A unos 30 kilómetros de allí, la playa de Catania es la más larga de la costa este y llega hasta la provincia de Siracusa.
Excursión al volcán: una de las principales atracciones turísticas de Italia es el famoso Etna, el volcán de mayor altura de toda Europa. Con sus 3320 metros, expulsa lava irregularmente. Este es también un paraíso para senderistas e incluye una vegetación variada, como olivos, limoneros y mandarinas, pero también muchos viñedos. El atractivo principal es el ascenso a la cumbre. Puede llegarse a pie desde Nicolasi o en bus hasta los 3000 metros de altura. Las excursiones hasta el borde del cráter solo se permiten acompañados de un guía de montaña. En invierno, el lado norte del monte Etna recibe a los esquiadores.
La ciudad vieja de Siracusa se sitúa en la pequeña isla de Ortigia y fascina con sus fachadas estucadas, templos de más de 2500 años de antigüedad y un paseo espectacular. Ante las puertas de una ciudad griega que gozó de un gran poder, esperan un enorme teatro, tumbas excavadas en la roca y ciudades de estilo barroco. Aquí llegan quienes quieren ver auténticas reliquias.
Turismo y paseo: en el “Nueva York de la antigüedad”, los atractivos turísticos están muy cerca entre sí. El ambiente especial de este lugar cautiva a quien lo visite. El centro de la ciudad es la península Ortigia, con espectaculares construcciones de dominio griego o romano. La más destacada es el templo de Apolo, construido en el año 600 a.C. y conocido por ser la reliquia más antigua de Siracusa. Desde aquí se puede llegar a la Piazza Duomo, que está repleta de cafés y preciosos palacios. La catedral Santa Maria delle Colonne impresiona con su opulenta fachada de estilo barroco, mientras que el costado izquierdo del edificio aun conserva la antigua arcada cerrada de aquel templo ateneo del siglo V a.C. En la tarde se sale a pasear por el Foro Italico. Quienes sueñan con ver papiros de verdad no podrán esperar a conocer la fuente de agua dulce Fonte Aretusa.
Destino arqueológico: desde el momento en que se atraviesan las puertas de Siracusa, se comienza a vivir la historia desde adentro. En el parque arqueológico de Neapolis se encuentra el teatro griego mundialmente conocido, construido en el año 470 a.C. Sus asientos, tallados en la roca, reciben a 15 000 personas. Actualmente, en el verano, se presentan clásicas obras griegas aquí. También maravilla la Oreja de Dionisio, una gruta artificial realizada en piedra caliza y que destaca por su increíble acústica. Tan solo basta con pararse en el otro extremo de la cueva, a 60 metros desde la entrada, y podrá escucharse un susurro de una punta a la otra. El anfiteatro no es menos impresionante: construido en el siglo III, fue escenario de batallas navales en su interior.
Lujosas ciudades barrocas: el estilo barroco está en cada rincón. Ocho de las ciudades sicilianas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De ellas, Noto es la más hermosa. Esta pequeña ciudad cautiva a los turistas con sus espectaculares palacios e iglesias de roca amarilla. Tampoco querrán perderse la catedral SS. Nicolò di Mra e Corrado, el palacio Ducezio ni el teatro nacional Vittorio Emanuele. Otras joyas de la era barroca son el Palazzolo Acreide y la Modica Alta y Modica Baja, las iglesias más bonitas de Sicilia. Siguiendo el estilo de la ciudad que lo alberga, el Palazzo Failla Hotel en Modica luce mobiliario de época, telas de broca y antigüedades seleccionadas que hacen de este hotel boutique un lugar único.
Excursión y cañones: llanuras sin fin, algarrobos y gargantas que parecen cañones caracterizan al paisaje de Monti Iblei, a espaldas de la costa. Un auténtico paraíso para los senderistas. La garganta Cava Grande, a 15 kilómetros de distancia de Noto y con 10 kilómetros de extensión, cuenta con una gran cantidad de tumbas de roca. Hacia el norte, en Panntálica, pueden verse un total de 5000 de estas tumbas, las más antiguas datan del siglo XIII a.C. Todos los caminos están señalizados.
Vacaciones todo el año: en Sicilia reina un típico clima mediterráneo. Es decir que, mientras los veranos son cálidos y secos, los inviernos se caracterizan por las suaves lluvias. Los mejores meses para visitar Sicilia van de abril a junio, tiempo en el que la isla completa florece y obsequia con un dulce aroma a los turistas. En temporada alta de verano las temperaturas alcanzan los 40 grados. Los meses ideales para practicar senderismo son septiembre y octubre. Entonces, el mar aun tiene una temperatura agradable y ya no hay tantos turistas. Durante el invierno, las cimas están nevadas y el Etna se transforma en una pista de esquí.
Vacaciones en la playa y la montaña: desde el idílico paisaje de dunas en Eraclea Mineo al sur, hasta las lagunas en la costa norte. Bañada por tres mares, la región de Sicilia ofrece muchas posibilidades para aquellos que adoran la playa y el buceo. El 80% de su interior se compone de montañas con una densa vegetación. Para aquellos que prefieren practicar senderismo hay tres parques naturales con caminos claramente demarcados. Y quienes prefieren practicar escalada tampoco podrán aburrirse aquí. Los atractivos principales son los volcanes Etna y Stromboli, aun activos.
Cocina siciliana: las vacaciones en Sicilia son sinónimo de un viaje gourmet. Ésta es la cocina más variada de toda Italia. Sus vegetales de cosecha local son los protagonistas de la mayoría de las recetas: alcachofas, berenjenas, acelga silvestre, calabacines y tomates bien maduros. Los condimentos más utilizados son la albahaca, el hinojo, el laurel, las alcaparras y el orégano. Un entrante típico son las bolas de arroz, llamadas arancini. Junto a la costa se ofrecen pescados, especialmente pez espada, atún y crustáceos. Algunas recetas aun reflejan los tiempos de pobreza que han vivido sus habitantes. Quienes se animen, pueden probar los panes rellenos de bazo y pulmones. También se combinan las comidas agridulces como, por ejemplo, la ensalada de naranja con arenque ahumado y nueces. La selección de platos dulces es única en toda Italia. Gracias a la influencia árabe, los sicilianos han desarrollado un paladar dulce que se deleita con cannolis y vinos de postre.
Vacaciones con niños: para los viajes en familia, las planas playas de arena en el sureste de Siracusa y Catania son perfectas. En San Leone se ha instalado un rompeolas, que hace que el agua también sea segura. Para los niños se recomienda la playa de Eraclea. Para vivir pequeñas aventuras, la ruta naturista del Etna y el sendero del Ciane en Siracusa son las propuestas ideales. Quienes deseen disfrutar de enormes parques acuáticos deberán dirigirse a Monreale, al parque del Etna o a Caltanisetta.
Alquiler de automóviles: se puede llegar en bus a todas las ciudades grandes de Sicilia. La red de trenes no es demasiado eficiente, además de que sus estaciones de trenes se encuentran a las afueras de las ciudades. Por otra parte, los trenes se mueven con tanta lentitud que más sirven para una excursión guiada que para un viaje. Si tienen que realizar viajes de larga distancia, lo más conveniente para los turistas es alquilar un automóvil. Los precios suelen ser más bajos si se alquilan directamente en el hotel.
Entre los hoteles más populares de Sicilia se encuentran el Ramo d'Aria Boutique Hotel en una bodega restaurada con mucho cariño en Giarre, el recién inaugurado Ortea Palace Luxury Hotel en un palacio Art Nouveau en el puerto de Siracusa, el maravilloso y tranquilo Relais Parco Cavalonga en Ragusa, así como la granja histórica Masseria Susafa en Polizzi Generosa.
Particularmente extraordinario es el premiado Asmundo di Gisira en Catania. El romántico Villa Neri Resort & Spa en Linguaglossa tiene una impresionante vista del Monte Etna, el Zash Boutique Hotel en Giarre está rodeado de fragantes limoneros y esta precioso. Los baños del Boutique Resort Donna Carmela en Carruba Di Riposto son un oasis de diseño.
"Viajar a una isla del Mediterráneo y no encontrar playa... Eso no puede pasar aquí. Estos son los hoteles más populares junto al mar en Sicilia:
El aeropuerto más grande de Sicilia es el Aeropuerto de Catania (CTA) en la costa este de la isla. Varias aerolíneas ofrecen vuelos directos, que permiten a los turistas de Alemania llegar a Sicilia en el menor tiempo posible. Un vuelo directo desde el aeropuerto de Berlín-Schönefeld aterriza en la isla de mediterranea en dos horas y 40 minutos, mientras que un vuelo desde Munich ** tarda sólo un poco menos de dos horas**. Una vez llegando a Catania, los viajeros tienen a su disposición una amplia gama de estaciones de alquiler de coches para descubrir la isla por su cuenta.
Sicilia es un destino vacacional durante todo el año: Sicilia tiene un clima típicamente mediterráneo. Los veranos son cálidos y secos, los inviernos lluviosos pero no muy fuertes. Los mejores meses para viajar son Abril a Junio, cuando todo en la isla está verde y floreciente. En pleno verano, a menudo estás en el mar a 40 grados. Ideal para ir de excurción son los meses de Septiembre y Octubre. El mar todavía está caliente pero las prisas de la temporada alta ha terminado. En el invierno hay nieve en las montañas y el Etna se convierte en una zona de esquí.