La segunda ciudad más grande de Andalucía presenta un clima moderado durante casi todo el año. En los meses de verano, sin embargo, la temperatura puede llegar a niveles muy altos, especialmente en la Costa del Sol. Para refrescarse, las playas de arena del este o las bodegas del centro de la ciudad son los sitios ideales. Los edificios del casco histórico evidencian un pasado romano y morisco. Sin embargo, la mayoría de las construcciones datan de los últimos trescientos años, tiempo en el que Málaga presentaba un gran auge económico.
La parte histórica de Málaga alberga edificios de los siglos XVIII y XIV. Entre ellos la Alcazaba –de origen morisco y construida en el siglo XI–, las ruinas del teatro romano y la catedral. El Parque de Málaga conecta el centro histórico con el puerto y está rodeado de parques y palmeras, que obsequian sombra para quienes desean sentarse y relajarse. Al este del casco antiguo se encuentra el Castillo de Gibralfaro, del siglo XIV. Desde los muros del castillo se puede admirar la belleza de la ciudad y de la costa. En la zona peatonal de la calle Marqués de Larios, las tiendas venden ropa, zapatos y piezas de cuero provenientes no solo de la región sino de todo el mundo.
El antiguo barrio de pescadores de El Palo se encuentra en la porción oriental de la ciudad y tiene un paseo portuario con muchos restaurantes que sirven platos típicos con pescado. La playa de arena ofrece campos de vóley de playa y es ideal para surfear o andar en barco de vela. Tras El Palo se eleva la cadena montañosa Montes de Málaga, la favorita de senderistas y ciclistas.
Entre El Palo y el casco antiguo se sitúa Pedregalejo, un antiguo barrio de pescadores y actual zona para salir de fiesta. Con sus muchos bares, pubs y restaurantes de tapas, este es uno de los lugares más de moda de toda Málaga. Para comenzar la noche de la mejor manera, nada más apropiado que degustar un delicioso moscatel malagueño. Durante el día, las playas de Pedregalejo reciben a turistas que disfrutan de la arena fina y de color marrón claro. Antiguos botes que fueron transformados en asadores sirven deliciosas broquetas con sardina.
La Plaza de la Merced está rodeada de pequeñas bodegas y bares de tapas. Además, aquí se encuentra la casa natal de Pablo Picasso y, a pocos metros de allí, el Museo Picasso Málaga (MPM), que expone más de 200 de sus obras. Un imprescindible es el Museo del Vidrio y Cristal, con más de 3000 piezas en exposición que cuentan la historia y el lado artístico del vidrio.
Cómo llegar: A Málaga se puede llegar en avión, tren, autobús o incluso barco. El aeropuerto se encuentra a unos 8km del centro histórico y desde allí se puede viajar en la línea Express Aeropuerto directamente. El trayecto dura unos 20 minutos. Quienes llegan en coche propio, podrán hacerlo por la autopista A-7 E-15, que atraviesa la costa de Gibraltar a Almería y Murcia. Quienes parten desde Córdoba, pueden tomar la autovía A-45 a Málaga. Una vez en la ciudad, caminar es una excelente opción, pero también se puede alquilar un coche para moverse con mayor libertad.