Con sus transitados canales que parecen laberintos, calles angostas y un sinfín de puentes, la ciudad del agua luce su vitalidad y belleza. Su mayor contraste está conformado por los frentes de las viviendas, que mantienen un estado de derrumbe. Una disparidad que cautiva a millones de turistas cada año. Alejados del ajetreo turístico, se encuentran sitios arcaicos, pequeños museos, tiendas de artesanías y cafés con un ambiente romántico y encantador.
El centro de Venecia y corazón de la vida política están aquí. El Palacio Ducal y la Basílica de San Marcos son dos de los atractivos turísticos principales de la ciudad de los canales, situados en el distrito San Marco, rodeado del Canal Grande. Junto a un sinfín de restaurantes y cafés, se encuentra aquí el famoso Teatro Felice.
Turismo histórico: llevó más de 800 años terminar la Basílica de San Marco, finalizada en el siglo XIII. Como resultado, su interior es una brutal mezcla de estilos. Desde una geometría rigurosa hasta una vibrante opulencia; desde el estilo griego, atravesando el egipcio y hasta el romano; su interior atraviesa todas las épocas y estilos artísticos. Aquí descansa el evangelista San Marcos. En el mismo distrito se encuentra el Palacio Ducal, con su famosa Porta della Carta, de Bartolomeo y Giovanni Bon.
De paseo por las galerías: en las calles detrás de Santa Maria Di Giglio late el corazón de las galerías venecianas. Galerías como Caterina Tognon Arte Contemporanea (Campo San Maurizio 2671) y Galleria Traghetto (Campo Santa Maria de Giglio 2543) reúnen una combinación de exposiciones de estrellas internacionales del mundo del arte y nuevos artistas italianos.
Ópera histórica: aquí tuvieron lugar las première de Verdi Rigoletto y La Traviata. Strawinsky y Britten compusieron lo suyo para la casa y Richard Wagner, Rossini y Bellini procuraron presentaciones que se han vuelto famosas en toda Italia. En toda Europa se habla de la legendaria ópera La Fenice de Venecia. El fuego la volvió cenizas en dos ocasiones, y en dos ocasiones fue enteramente reconstruida, ya que una Venecia sin su ópera es inconcebible Es por ello que aun 400 años después de su última inauguración cada presentación durante la temporada de ópera agota todas las entradas.
Tradicional cocina del norte de Italia: al buscar un restaurante en el distrito de San Marco se presenta una cuestión “¿Buena vista o buena comida?”. La respuesta es más sencilla de lo que parece: primero, un café o un aperitivo en uno de los cafés que rodean la Piazza San Marco, con vista a ésta para disfrutar del ambiente y, para coronar la tarde, una cena en uno de los pequeños locales de las calles aledañas. La cocina aquí es típicamente veneciana: una exquisita copa de vino blanco del norte de Italia se marida con pescado fresco, mariscos y cangrejos con pasta.
Mercado de artesanías: jarrones y floreros hecho de Muranoglass y creados por famosos diseñadores como Carlo Moretti y Salviati L’Isola (Campo San Moisé 1468) y MA.RE (Via XXII Marzo 2088); borlas artesanales de seda, damasco de seda y brocado (Bevilacqua, Fondamente Canonica 337b); selectas antigüedades, como un juego de café o diademas con rubíes (Antiquus, Calle Crosera 3131) o acuarelas sobre lienzo o tubos de pintura rojo veneciano y el típico verde azulado de Tintoretto (Arcobaleno, Calle dele Botteghe). Quienes deseen llevar a casa un regalo original, deben visitar las pequeñas boutiques y tiendas de artesanías del distrito, alejadas de las típicas tiendas para turistas.
Este es el distrito más grande. Hace un tiempo atrás, los astilleros construían flotas gigantes en Castello; hoy es un pase repleto de hoteles y un punto de encuentro para los personajes famosos de Venecia y el jet set internacional. Calles angostas y palazzi elegantes conforman la postal de este singular distrito.
Museos e iglesias: para competir con la iglesia franciscana “Frari”, los dominicanos construyeron Zanipolo en el siglo XIV. Una empresa difícil, ya que Frari tiene una impresionante imagen en su altar del gran pintor Tiziano. Sin embargo los dominicanos fueron especialmente ambiciosos y, como resultado, los visitantes hoy pueden apreciar no solamente 25 sepulturas de dogos singularmente decoradas, sino también esculturas de Pisano y Lombardo, una maravillosa ventana de Muranoglass de Vivarini y Mocetto y un fresco del Santo Vincenzo, realizado por Bellini. La Chiesa di San Zaccaria y el Palazzo Grimani, situados no muy lejos de allí, también exponen imágenes de patriarcas italianos como Tintoretto, Tiziano y Francesco Salviati.
Bar-Hopping con estilo: al caer la noche, el paseo costero se transforma en punto de reunión para la escena artística veneciana y los personajes famosos internacionales, que pasean de aquí para allá por los diversos bares. Las terrazas y los balcones de los hoteles de diseño (por ejemplo: Bar Terazza Danieli, Riva degli Schiavoni 4196) ubicadas a lo largo de la costa permiten apreciar la vista de la isla cubierta por el sol de la tarde.
Unas compras muy singulares: la boutique sin fines de lucro Banco 10 (Salizada Sant’Antonin 3478a) es parte del programa de formación y resocialización de la cárcel de mujeres de Giaducca. Es conocida no solo por ser un secreto veneciano, sino también porque aquí es donde las estrellas de ópera de La Fenice compran sus trajes de seda, brocado y chiffon hechos por las reclusas.
Zapatos a medida: Giovanna Zanella tiene el poder de acelerar el corazón de una mujer. Desde hace 10 años esta artista hace realidad cada una de las fantasías y los sueños de sus clientas que llegan en búsqueda de un zapato especial, no importa qué tan extravagante pueda ser, aquí está. En su estudio (Calle Carminati 5641) ya se han tomado medidas de Emma Thompson y Donna Leon. Los zapatos de Zanella caminan con frecuencia sobre la alfombra roja de la Bienal de Venecia. La boutique de Zanella es un nombre que resuena en el mundo de la moda veneciana.
Máscaras, el complemento ideal: el famosísimo carnaval veneciano invita a todos a festejar de forma colorida y anónima: las particulares máscaras de la empresa familiar Schegge (Calle Lunga Santa Maria Formosa 6185) son pequeñas obras de arte. Sus diseños muchas veces representan la belleza de los paisajes de la ciudad, como iglesias góticas o frescos famosos.
Este barrio se encuentra al sur, rodeado por el Canale Grande, el Canale della Giudecca y laguna Veneta. Dorsoduro es uno de los sestiere más antiguos. Las Gallerie Dell’Accademia, creadas por Napoleón, lucen una de las colecciones de arte más importantes de la ciudad. Al este de la Accademia se encuentran los barrios más cuidados y tranquilos, mientras que el lado oeste está repleto de bares y sitios donde se reúnen jóvenes venecianos y estudiantes.
Museos: lo que el Louvre es para París y el MoMa para Nueva York, son las Gallerie Dell’Accademia para Venecia. En sus tres edificios, del anterior monasterio Santa Maria della Caritá, cuentan con la colección de pinturas venecianas más grandes del mundo. Desde Bellini y Carpaccio hasta Tiziano y Tintoretto, todo aquello que tuvo nombre y apellido entre los siglos XIV y XVIII a nivel internacional, está aquí. La Colección Peggy Guggenheim, ubicada no muy lejos de allí, expone el arte moderno italiano en todo su esplendor: expresionismo, surrealismo y futurismo se reúnen bajo un solo techo.
Astilleros de góndolas: para que los gondolieri no pierdan el equilibrio mientras reman y la góndola se mantenga en perfecto estado, los remos se sostienen con el denominado forcole. Estos soportes de remos realizados en madera del Signore Saverio Pastor (Fondamenta Soranzo detta Fornace 341) también se utilizan como escultura para la sala de estar. Uno de sus mejores clientes ha sido Mick Jagger.
Mercado de antigüedades: el mercado de antigüedades de Venecia atrae a buscadores de tesoros no solamente durante los fines de semana con sol. Aquí pueden encontrarse piezas especiales de Muranoglass, un antiguo candelabro o alguna exquisitez veneciana. Turistas, buscadores de tesoros y residentes locales pasean entre las antigüedades escudriñando el pasado. Los mercados del Campo Santa Margherita se han transformado en una institución en los últimos años.
"Slowfood" dulce: un sorbet de limones de la costa amalfitana, sabayón con huevos de campo y helado de avellanas piamontesas: en Grom (Campo San Barnaba 2761) las delicias hechas de frutas están a la vanguardia del slowfood y mantienen una calidad especial. La Pisticceria Tonolo (Calle S. Pantalon 3764) es conocida por sus exquisitas tortas realizadas con productos ecológicos.
Vida nocturna: para quienes desean festejar hasta el amanecer en Venecia no es tan fácil. Muchos locales cierran después de la medianoche. Es por ello que la mayoría festeja a cielo abierto. El Campo Santa Margharita es uno de los puntos de encuentro favoritos para el público joven y a la moda, que comienzan con un picnic y finalizan con una fiesta al aire libre.
En las angostas calles y pasajes de San Polo se vive la vida urbana. Aquí hay ajetreo diario. Cuando se inauguraron los mercados del siglo XI, de los cuales el más conocido es el de Piazza Rialto, ambos sestieri se transformaron en pequeños centros comerciales. Algo que aun se respira en el ambiente.
El puente de Rialto: construido en 1592 por Antonio da Ponte, el puente de Rialto es uno de los símbolos venecianos. Durante siglos, esta fue la única forma de cruzar el Canal Grande. Hoy es uno de los atractivos turísticos más esperados por los turistas que llegan a la ciudad.
Edificios renacentistas: Santa Maria Gloriosa dei Frari es una de las iglesias más grandes de Venecia. Alberga una gran cantidad de obras de arte conocidas en el mundo entero, entre ellas la más famosa es la imagen del altar: la asunción de Maria, de Tiziano. Por su parte, Tintoretto creó 50 pinturas para decorar la Scuola Grande Di San Rocco. Estas contienen escenas del antiguo testamento, tan esplendorosas que los visitantes quedan boquiabiertos.
Mariscos locales: el antiguo barrio rojo de Venecia cautiva hoy con una gran selección de restaurantes que ofrecen slowfood a precios moderados. Las posibilidades abarcan desde una interpretación moderna de la cocina veneciana (Vecio Fritolin, Calle della Regina 2262) hasta los clásicos mariscos para los paladares más tradicionales (Trattoria Alla adonna, Calle della Madonna 594).
De compras y paseo: las primeras gafas de sol europeas fueron creadas en Venecia en el siglo XIV y aun hoy se pueden encontrar pequeños fabricantes que diseñan las gafas más extravagantes que uno se pueda imaginar (p. ej.: Ottica Vascellari, Ruga Rialto 1030). En las pequeñas calles del barrio hay varias boutiques de moda, estudios de artesanías y tiendas de lo más variadas.
Vida nocturna local: alrededor de las 20 h comienza en el puente de Rialto el happy hour, donde se reúnen pescadores que trabajan de madrugada, artistas y empleados de los estudios de arte de los alrededores para celebrar el final del día en un ambiente relajado y con vista al Gran Canal (p. ej.: Ancorá, Fabbriche Vecchie).
Además de la amplia Strada Nuova, que conecta a la estación de tren con la Piazza di Rialto, hay una gran cantidad de pequeñas, tranquilas y encantadoras calles a cada lado del paseo turístico. En los bares y cafés situados a lo largo de la orilla del canal se puede adquirir una idea sobre cómo era la vida de los antiguos habitantes venecianos. El antiguo gueto judío también se encuentra en Cannaregio.
Historia judía: el centro del antiguo gueto judío veneciano se encuentra en Campo di Ghetto Nuevo. En este lugar, las sinagogas judías tienen techos más bien bajos, ya que la comunidad tenía prohibido construir edificios llamativos. Para conocer más sobre la vida judía en la ciudad se puede visitar el Museo Ebraico, alrededor del cual pueden encontrarse tiendas judías y una gran cantidad de restaurantes kasher.
Imprentas tradicionales: la tienda de Paolo Olbi es un verdadero secreto que solo conocerán los curiosos innatos. Por fuera, su “Galleria” (Calle Varisco 5421a) casi no parece una tienda, por dentro, es un viaje en el tiempo al mundo de las imprentas y prensas. Olbi imprime y encuaderna hermosos libros, calendarios y carpetas de papel artesanal en los más finos cueros. Solo realiza tiradas pequeñas o un libro exclusivo. En la Calle del Fumo 5306, Gianni Basso imprime tarjetas de negocios con la vieja técnica. Los clientes de Basso, como por ejemplo Hugh Grant, eligen entre miles de tipografías que luego este artista imprime sobre las tarjetas.
Bar-Hopping: mientras que en los bares de otros distritos venecianos se sirve principalmente vino, en Cannaregio la reina es la cerveza. Importada o de fabricación propia, tipo Pilsen o Ale, en los bares como la Osteria Agli Ormesini (Fondamenta degli Ormesini 210) o Paradiso Perduto (Fondamenta della Misericordia 2540) se sirven hasta 120 tipos distintos de cerveza. Solo queda preguntarse si se prefiere un bar de deportes, de estudiantes o algo más elegante con vista a los canales.
Cocina veneciana moderna: quienes prefieran un local más bien pequeño y de ambiente romántico con cocina veneciana moderna, deberán venir a Cannaregio. En los restaurantes como el de Anice Stellato (Fondamento della Sensa 3272), el Bea Vita (Fondamente delle Cappucine 3082) o L’Orto dei Mori (Campo dei Mori 3386) se puede comer a un precio relativamente bueno.
Casino extravagante: desde el siglo XVII se encuentra abierto el Casino di Venezia (Campiello Vendramin 2040). Cada noche llegan muchos aficionados a probar suerte. Quienes deseen jugar aquí deben traer una mente despierta y mucha concentración, además de, por supuesto, el dinero suficiente. En 1883 murió en este casino el compositor Richard Wagner, este casino tiene hoy un museo en su honor y cuenta con la colección más grande de piezas de arte devotas de Wagner después de Bayreuth.
Tiempo atrás habitaban la laguna los pescadores y cazadores, hasta que llegaron los piratas y saqueadores y se ocuparon de enviarlos nuevamente a tierra firme. Hoy estas islas conforman los suburbios de Venecia. En las islas se encuentran estudios de arte, de artesanías y teatros. También hay caminos para excursiones y, por supuesto, Lido, la playa veneciana.
Vida de playa: a tan solo 15 minutos de viaje desde el centro de Venecia se encuentra Lido. Una escapada que realizan no solo los turistas sino también los locales, especialmente durante el fin de semana. Quienes desean experimentar algo más de tranquilidad, pueden alquilar una bicicleta y pedalear hacia el sur, donde las playas son más tranquilas y están algo aisladas del resto.
San Giorgio Maggiore: la fachada de piedra de la iglesia de San Giorgio Maggiore realmente vale la pena. Su blancura brilla bajo la luz del sol y las imágenes del altar interno son de una belleza sin igual, obra de Tintoretto.
"Glasshopping" en Murano: hasta hace 150 años atrás los sopladores de vidrios que querían emigrar de la isla Murano con sus conocimientos eran penados de muerte tan pronto como los descubrían. Así de secreto y codiciado era el arte de soplar vidrios. Afortunadamente, hoy todos los que quieran observar cómo se confeccionan estas piezas de arte son bienvenidos. Aquí hay un estudio de arte junto a otro y las tiendas se agrupan una tras otra. Los precios son considerablemente más bajos que en el centro de Venecia. La isla cuenta, además, con un museo que relata la historia de los vidrios Murano (Muranoglass).
Turismo en Torcelo: Torcello es una pequeña pero bonita isla cuyo atractivo principal es su preciosa catedral que data del medioevo. Se puede visitar el campanario por dentro, el cual, desde su cima, obsequia a los turistas con una linda vista sobre la laguna Veneto y la isla.
Mejor época del año: el mejor momento para visitar Venecia es durante los meses de primavera y otoño. Durante estos meses hay menos turistas en la ciudad y muchas de las atracciones pueden apreciarse mejor. El clima también resulta muy agradable en esta época. Durante los meses de verano, los canales comienzan a expedir un olor poco agradable, mientras que en invierno pueden producirse inundaciones por las crecidas de los mismos. En la época de carnaval, que comienza en febrero, toda la ciudad se transforma en una fiesta de máscaras, disfraces y música.
Mórbido encanto: las calles de agua y canales son símbolo típico de Venecia. Sin embargo, la humedad que estos generan también hace que la limpieza de la ciudad sea más dificultosa. Es por ello que se dice que Venecia tiene un encanto algo decadente. Esta leve decadencia deja entrever que la ciudad, como todo lo demás, es algo perecedero.
Palomas: durante todo el año, cientos de palomas dan un espectáculo único sobre la Piazza San Marco en Venecia. Estos animalitos tienen una reputación especial en la ciudad: los residentes locales las adoran. Ello se debe a un suceso histórico en el que el Dux Dandalo anunció la victoria sobre Constantinopla en el siglo XIII enviando una paloma a casa. Desde entonces, cada año tienen lugar procesiones en las que los dogos de la ciudad liberan palomas. Desde 2008, la sobrepoblación de palomas obligó a la ciudad a prohibir alimentar a estas simpáticas criaturas.
Un viaje romántico: no hay nada más romántico que un paseo en góndola por los canales, especialmente durante la noche, cuando los palazzi están iluminados y los canales dejan ver toda su belleza. Durante el día hay mucho tráfico e incluso algunos botes a motor que dificultan el paseo en góndola y lo hacen menos placentero.
Importancia del arte: la gran cantidad de obras de arte maestras en los museos e iglesias dejan entrever la importancia que tiene el arte en Venecia. Esta ciudad no solo tiene una de las bienales de arte más importantes del mundo, sino que el amor por el arte puede verse en cada rincón. Desde mediados del siglo XV, los dogos comenzaron a encargar a artistas de renombre, como Giovanni Bellini y su aprendiz Tiziano, que embellecieran la ciudad para que sea de las más importantes del renacimiento, junto con Florencia.
Las bienales: son tres las bienales internacionales que tienen lugar en Venecia. Una es la Biennale di Venezia, en la que cada dos años se establece quién es quién en el mundo del arte. Al igual que durante la bienal de arquitectura, la ciudad entera se dedica a su organización y celebración. Por su parte, la bienal de cine veneciana atrae estrellas a la alfombra roja y transforma a la ciudad en el tema de conversación principal del mundo del cine.